Efectos positivos, en los países donde se ha instaurado: Lina Pohl, representante de la FAO
Lunes 14 de septiembre de 2020, p. 18
El etiquetado frontal de advertencia es una medida fundamental
para tener una alimentación más saludable. En países en que se ha establecido ya se han demostrado efectos positivos
, aseguró Lina Pohl, representante en México de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Pohl expuso que con este sistema los consumidores, de manera fácil sabemos qué tipo de productos no tenemos que consumir, si queremos mantener una salud adecuada. Es una medida que lleva al consumo adecuado, nutritivo y saludable, y ya se ha visto el impacto que esto tiene, por ejemplo, en el uso de ciertos productos y bebidas no saludables no nutritivos para la población
.
Esta acción se deriva de la modificación a la norma oficial mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que establece la colocación de sellos de advertencia sobre el exceso de calorías, azúcares, grasas trans y sodio. La medida entra en vigor el 1º de octubre, pero las sanciones por incumplimiento son efectivas a partir de diciembre, debido a una prórroga.
En entrevista con La Jornada, Pohl indicó que en Chile hubo una reducción de más de 20 por ciento en el consumo bebidas carbonatadas, lo cual es significativo. En México eso sería un tema de relevante importancia. Además, han cambiado las formulaciones de algunos productos, lo que ha beneficiado a la salud de las personas y se han beneficiado empresas, nuevos negocios verdes, a proveedores que antes no estaban, y que ahora entran al mercado a raíz de esto
.
De acuerdo con un estudio efectuado en el país sudamericano por expertos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, de la Universidad de Carolina del Norte y del Instituto Nacional de Salud Pública de México, luego de tres años de implementación de la Ley de Etiquetado de Advertencia en Alimentos y Bebidas, que entró en vigor en junio de 2016 y que también restringió la publicidad dirigida a la infancia y prohibió la venta de productos y bebidas con azúcares añadidos, hubo una mejora de 30 por ciento en la identificación de alimentos saludables por las madres de los niños evaluados.
Además de una baja de 14 por ciento de la compra de cereales para desayuno; 25 por ciento menos en la de bebidas azucaradas; cayó 17 por ciento la adquisición de postres envasados; una reducción promedio entre 46 y 62 por ciento de exposición de publicidad de alimentos en prescolares y adolescentes, y 90 por ciento de las madres de prescolares señalaron que entienden y valoran positivamente los sellos de advertencia.
También se produjo un descenso en promedio de 25 por ciento de azúcares en las categorías de alimentos estudiados y una disminución en promedio entre 5 y 10 por ciento de sodio.
Consideró que este salto es costoso para ciertas empresas
, sobre todo pequeñas y medianas
, pero refirió que dada la magnitud de la epidemia de sobrepeso y obesidad, México ya no puede esperar
.