Un grupo de feministas que participan en la toma de la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el Centro Histórico acudió ayer en la tarde a las instalaciones de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), pero se retiró luego de que la policía capitalina le impidiera el ingreso y los manifestantes que se mantienen en plantón desde febrero en dicho sitio le pidiera que se fuera.

Alrededor del mediodía de ayer, Yesenia Zamudio, integrante del Frente Nacional Ni Una Menos, salió del inmueble de República de Cuba 60, acompañada de unas 35 activistas, con rumbo a la sede principal de la CEAV –ubicada en Eje 6 Sur y Pestalozzi, en la colonia Del Valle–, a la cual llegaron en transporte público.

Al arribar al sitio, cerca de las 13:30 horas, se encontraron con una valla de mujeres policías de la Ciudad de México frente al edificio.

Las feministas señalaron que su intención era saludar a las personas que se mantienen desde hace siete meses en plantón en el recibidor del inmueble y entregarles alimentos pero, ante la negativa de la policía de dejarlas pasar, amenazaron con incendiar el sitio.

O se mantienen lejos de aquí, o vamos a quemar el edificio. Venimos a saludar, venimos a saludar, expresó Zamudio, madre de una víctima de feminicidio ocurrido en 2016, a las uniformadas.

Durante un par de horas, las activistas trataron de ingresar al inmueble, pero luego de que las propias familias que ocupan la CEAV rechazaron su presencia en el sitio, se retiraron. Al lugar llegaron vehículos de la CNDH, en los cuales se regresaron a la sede de República de Cuba 60, tomada por los grupos feministas desde el viernes 4 de septiembre.

Carlos Vanda, una de las personas que se mantienen en plantón en la CEAV desde febrero, explicó a La Jornada que, aunque respeta a los colectivos que tomaron la CNDH, él y otros ocupantes no estaban de acuerdo con su visita.

Ellas llegaron supuestamente a apoyarme, pero yo nunca las mandé a traer. [...]Iban a querer entrar a desbaratar la CEAV y a tomar posesión, como hicieron con Derechos Humanos, y yo les dije que no, que sí alguna de ellas entraba era bajo su riesgo, porque tengo una familia ahí adentro y no iba a permitir que la maltraten, afirmó Vanda.

En tanto, encapuchadas y vestidas de negro se manifestaron en las estaciones Chabacano y Bellas Artes de la Línea 2 del Metro, en las que realizaron diversas pintas con aerosol como Mi vida vale más que tu pared y La política nos mata.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México no llevó a cabo ninguna detención.