Washington. El alto asesor del presidente Donald Trump para Latinoamérica, Mauricio Claver-Carone, está a un paso de la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como único candidato en una elección que genera resistencias en la región, pues rompe la tradición de 60 años con latinoamericanos al frente de la institución.

El BID informó que la junta de gobernadores recibió una sola nominación presentada por Estados Unidos, El Salvador, Guyana, Haití, Israel y Paraguay.

El jueves cerró el periodo para presentar candidaturas, y la elección para nombrar al sucesor del colombiano Luis Alberto Moreno se desarrollará este fin de semana en una reunión virtual entre los 48 miembros de la institución, pese a la oposición de Argentina, Costa Rica, Chile y México, que buscaron que la votación, que ya había sido postergada por la pandemia, fuera aplazada.

Claver-Carone –abogado de ascendencia cubana conocido por su firme oposición a La Habana y Venezuela– busca que su presidencia sea un contrapeso a la influencia china en la región, pero también se enfrenta a las divisiones partidarias en el Congreso estadunidense, que aprueba fondos destinados al banco.

El próximo presidente del BID tendrá un mandato de cinco años con posibilidad de relección. Para ganar, un candidato debe tener apoyo de al menos 15 de los 28 países americanos y el respaldo de un número de países miembros del BID que le den mayoría de 75 por ciento del poder de voto. Estados Unidos tiene 30 por ciento del poder de voto en el directorio del BID, mientras Argentina, México, Chile y Costa Rica suman poco más de 22 por ciento.

El principal contendiente de Claver-Carone, tras el retiro de la ex mandataria costarricense Laura Chinchilla a principios de mes, era el argentino Gustavo Béliz, pero Buenos Aires bajó su postulación el jueves. La Casa Rosada anunció que se abstendrá en la votación y pidió al resto de los países hacer lo mismo, al hacer eco de varias críticas al gobierno de Trump por proponer un candidato para el BID, que tradicionalmente ha sido dirigido por funcionarios latinoamericanos.

Para Benjamin Gedan, asesor del programa latinoamericano del Wilson Center de Washington, Béliz estaba calificado para ser presidente del BID y las preocupaciones expresadas por Argentina sobre Claver-Carone eran ampliamente compartidas en Latinoamérica.

Gedan consideró que oponerse a la candidatura estadunidense fue una maniobra arriesgada que podía ser contraproducente para el presidente Alberto Fernández. Después de que México se rindió, el resultado de la votación fue claro y Fernández no optó por el martirio, indicó.