Jueves 10 de septiembre de 2020, p. 22
Mientras el estándar internacional en el gasto de salud de un hogar debe ser 80 por ciento recursos públicos y 20 por ciento privados, en México el promedio es 50 por ciento en cada rubro, lo cual ocasiona endeudamiento, pérdida de patrimonio y empobrecimiento, señaló el informe El precio de la salud de acción ciudadana frente a la pobreza.
El reporte indicó que el gasto privado genera desigualdad, ya que las familias de menores recursos tienen menor capacidad para pagar tratamientos de alto costo. Menciona que el gasto de bolsillo se da en el peor momento, ya que ante la urgencia médica hay situaciones que se prestan al abuso y a la inflación de precios de servicios privados por la urgencia y el dolor, en momentos que, a veces, literalmente son de vida o muerte.
Recordó que en 2018 había 20 millones de mexicanos sin afiliación ni acceso a sistemas de salud, pero aunque haya afiliación al IMSS, Issste o Insabi, hay problemas, como el que no se surten las recetas de medicamentos, lo cual en los hogares llega a ser la tercera parte de su gasto, o cuando las citas médicas se programan semanas o meses después de solicitarse, lo que hace que la gente acuda a servicios privados.
El documento agregó que las fallas en la atención primaria provocan que muchas personas, aún con afiliación a algún servicio público de salud, acudan primero a consultorios privados ante la pérdida de tiempo para conseguir una consulta, ante la mala atención o por la falta de abasto de medicamentos en los servicios públicos. Se ha multiplicado el uso de consultorios adyacentes a farmacias, indicó.