Llegó a su fin la corporocracia // Auditoría a la banca del Estado
raíz del generoso crédito (con recursos públicos) que el gobierno de Enrique Peña Nieto otorgó a El Financiero (periódico ahora conocido como El Financiado), el presidente López Obrador decidió destapar la cloaca: auditará a la ban-ca de desarrollo (propiedad del Estado) para conocer a detalle a quién y con cuánto apoyó
, no sólo en tiempos del novio de Tania sino en las seis administraciones neoliberales.
No le llevará mucho tiempo realizarla ni conocer a los beneficiarios, porque donde toque saldrá pus, en el entendido de que los neoliberales pusieron la banca de desarrollo al servicio de la corporocracia que gobernó
México esos 36 años. Así, constatará que, a lo largo de ese periodo, las grandes empresas y sus propietarios son prácticamente los de siempre; es decir, los mismos de las privatizaciones, del rescate
bancario (Fobaproa), del subsidio cambiario (Ficorca), del asalto a las reservas internacionales, de la jugosa devolución de impuestos, de las permanentes condonaciones fiscales, de las operaciones de derivados y mucho más.
Desde luego que el caso de El Financiado y su propietario, el oscuro empresario Manuel Arroyo, no es el único que encontrará. Tampoco que sólo Nacional Financiera (Nafin) fue por demás generosa con los amigos
del régimen, porque a la auditoría deberá sumar al Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), en cuya panza
permanecen créditos vencidos con cargo al erario.
El propio presidente López Obrador detalló ayer que, tras el caso de El Financiado, “le pedí al director que me informara; por primera vez se va a llevar a cabo una auditoría a toda la banca de desarrollo, porque en todo esto de Odebrecht, en lo de los fertilizantes, en todo, se utilizó a la banca de desarrollo de manera muy irregular, discrecional.
Se ordenaba desde arriba dar los créditos; también en la Financiera Rural, lo que fue Banrural” ( Bandidal). Y deberá incluir a la Sociedad Hipotecaria Federal, Banobras y Banejercito.
Y aportó otro elemento espeluznante: “ahí se dio el crédito para la planta de Odebrecht Etileno XXI, y antes de que empezara a operar la planta ya les estaban devolviendo IVA, y con esos recursos pagaron el crédito. Los tecnócratas era magos: se suponía que era ‘un estímulo a la inversión’. Entonces, esa planta la autorizan en 2010 y empieza a operar en 2015, pero desde que la autorizan y comienza a construirse se les comienza a devolver IVA, de modo que, cuando se termina la planta, con lo que pagaron de IVA, ya habían cubierto el préstamo. Para lograr ese tipo de crédito se requiere de influyentismo, no se lo dan a una pequeña o mediana empresa. Son negocios de la cúpula, y nos querían hacer creer que la corrupción estaba abajo”.
Como botón, lo revelado en la mañanera: el 18 de noviembre de 2014, Nacional Financiera otorgó un crédito (80 millones de dólares, a pagar en siete años) a la empresa de Manuel Arroyo; el 18 de agosto de 2015, Bancomext le concedió (al mismo Arroyo) un crédito para liquidar el crédito de Nafin
(un banco del Estado le presta a un consorcio privado para que le pague… a otro banco del Estado) y ampliar la línea de capital de trabajo en 50 millones de dólares, a pagar en 10 años; en mayo de 2017, Bancomext autorizó la restructuración de los adeudos ampliando el plazo a 15 años y cambiando (¡ojo!) una parte del crédito en dólares a moneda nacional, mil 312 millones de pesos.La situación actual es que el saldo de la deuda es de 2 mil 120 millones de pesos, el plazo restante para pagar es de 12 años
.
La ley orgánica del Bancomext establece que “en su carácter de banca de desarrollo (…) tendrá por objeto financiar el comercio exterior del país, así como participar en la promoción de dicha actividad”. Parece que El Financiado no entra en estas directrices. Tampoco otros consorcios. Por ejemplo, en la crisis de 2008-2009, Nafin y Bancomext otorgaron generosos créditos a Coppel, Cemex, Soriana, Vitro, Comercial Mexicana y Mexicana de Aviación (la de Gastón Azcárraga), cuando menos. Y sólo es una muestra.
Las rebanadas del pastel
Un fantasma recorre Morena, el de lo s Chuchos.