Washington. El presidente Donald Trump volvió a plantear el lunes la idea de separar las economías de Estados Unidos y China, al sugerir que su país no perdería dinero si deja de hacer negocios con el gigante asiático.

Cuando mencionas la palabra desvincular (en referencia a la relación comercial entre los países), es una palabra interesante, dijo Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

Perdemos miles de millones de dólares y si no hiciéramos negocios con ellos no perderíamos miles de millones de dólares. Se llama desvinculación, así que empezarán a pensar en ello, señaló.

Trump, quien por mucho tiempo promocionó sus lazos amistosos con el presidente chino, Xi Jinping, mientras buscaba cumplir sus promesas de requilibrar un enorme déficit comercial, ha hecho de su duro discurso contra China una parte clave de la campaña para buscar la relección el 3 de noviembre.

El mandatario ha acusado a su oponente demócrata, Joe Biden, que lidera la mayoría de las encuestas de opinión, de ser blando con Pekín. Si Biden gana, China gana, porque China será dueña de este país, sostuvo.

Además, Trump prometió que en el futuro su gobierno prohibiría los contratos federales con empresas que subcontratan a China.

Haremos de Estados Unidos la superpotencia manufacturera del mundo y acabaremos con nuestra dependencia de China de una vez por todas. Ya sea disociando o imponiendo aranceles, como ya lo he estado haciendo, terminaremos nuestra dependencia en China, porque no podemos confiar en China, aseveró Trump.

Traeremos puestos de trabajo de China a Estados Unidos e impondremos aranceles a las empresas que abandonan Estados Unidos para crear puestos de trabajo en China y otros países, agregó.

En Pekín, en respuesta a recientes declaraciones del secretario de Estado, Mike Pompeo, y del subsecretario de Estado, Keith Krach, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, afirmó que con sus propias acciones concretas, políticos individuales en Estados Unidos están destruyendo y poniendo fin al libre mercado, la neutralidad competitiva, el imperio de la ley y las normas internacionales de los que siempre ha hecho alarde Estados Unidos.

Estados Unidos con frecuencia se ha retirado de acuerdos internacionales, sancionó al personal de organizaciones internacionales, lanzó guerras comerciales, reprimió brutalmente a compañías de alta tecnología extranjeras y arrestó a ejecutivos corporativos chinos sin una justificación sólida, abundó Zhao.