Sábado 5 de septiembre de 2020, p. 25
Ciudad Juárez, Chih., Alrededor de 200 familias de los municipios de Guachochi, Ocampo y Moris, la mayoría integrantes de la etnia tarahumara, huyeron de sus casas, desplazados por la violencia que generan grupos criminales que disputan la región para el trasiego y siembra de drogas, y que durante esta semana ha provocado homicidios, secuestros, quema de casas y negocios, denunciaron habitantes en redes sociales.
Campesinos del municipio de Moris también pidieron ayuda en redes sociales, pues tuvieron que escapar de sus propiedades, abandonar sus casas y animales por temor, luego de que se enfrentaran los grupos de La Línea, del cártel de Juárez, y de Gente Nueva, del cártel de Sinaloa, lo que dejó varios muertos. Ante esa situación solicitaron la presencia de policías y militares en la región, que lleva más de dos años con este tipo de conflictos.
Los denunciantes explicaron que durante esta semana cientos de habitantes de rancherías se han ido de sus viviendas para refugiarse en el municipio de Rosario, Sonora, que les queda cerca
.
Comentaron que el cuerpo de una persona quedó en la carretera, de donde fue levantado por peritos de la Fiscalía estatal, pero otros se quedaron cerca del lugar conocido como Sierra Oscura o El Serruchito de Mori.
Desaparecidas, 10 personas de Basaseachic
Asimismo, acusaron a través de Internet que 10 miembros de una familia están desaparecidos en la comunidad de Basaseachic, municipio de Ocampo
, detallaron que un grupo criminal se llevó a un hombre identificado como Simón González y nueve de sus familiares, entre ellos cuatro niños, dos mujeres y tres hombres. Al respecto, el fiscal general del estado, César Augusto Peniche Espejel, informó que se reportaron sucesos violentos en la localidad, por lo que una avanzada de la Agencia Estatal de Investigación acudió al lugar.
En tanto, el jueves en la noche hombres armados tomaron las calles de San Juanito, municipio de Bocoyna, donde ejecutaron a una persona y levantaron a otra, además saquearon y quemaron tres negocios, lo que causó pánico entre los habitantes. Debido a esas agresiones, decenas de habitantes del poblado San Juanito decidieron abandonar sus lugares de residencia para desplazarse a municipios donde tengan más protección.