Al realizar un nuevo llamado a los productores de Chihuahua a aceptar el cumplimiento del tratado para que México entregue una cuota de agua a Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador reprochó que se haya politizado la inconformidad y se asocie al proceso electoral para renovar la gubernatura.

Ofreció que se admitirá la supervisión de expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para verificar la suficiencia del líquido. Sin embargo, confió en que no haya nada de marrullerías, ya que no se debe demandar esta supervisión sólo con la pretensión de ganar tiempo para que se acerque el proceso electoral y el plazo para el cumplimiento de la entrega del agua por parte de México.

Indicó que instruirá al canciller Marcelo Ebrard para que gestione esta colaboración con los expertos de la ONU para esclarecer las preocupaciones de los productores.

No se van a quedar sin agua; yo no permitiría que se quedarán sin el líquido en Chihuahua, ni los agricultores y menos los ciudadanos, la gente. Eso está garantizado y, al mismo tiempo, que nos alcance el agua para cumplir con el compromiso que tenemos con el gobierno de Estados Unidos, agregó.

Añadió que su administración no quiere incumplir el compromiso y así evitar consecuencias en la revisión de un tratado favorable para el país desde 1944.

El jefe del Ejecutivo federal acotó que, en su caso, si existiera el riesgo de que no hubiera agua, intervendría ante el presidente estadunidense Donald Trump con la finalidad de alcanzar un acuerdo que permita postergar la entrega.