Con algodones de azúcar, alcancías, carritos de acero inoxidable con plancha memelera para elaborar sopes y quesadillas, y de supermercado con pan, café y tamales, se manifestaron ferieros de la Ciudad de México y comerciantes en la vía pública para exigir al gobierno capitalino que autorice la instalación de ferias y puestos en las explanadas de las 16 alcaldías y en las calles del Centro Histórico.

Con el semáforo epidemiológico en naranja desde el 26 de junio, decenas de ferieros dijeron enfrentar una crisis económica difícil de sobrevellar, que se acentuará ante el anuncio de 15 de los 16 alcaldes acerca de que los festejos patrios serán virtuales.

Braulio Cortés, feriero de Gustavo A. Madero, dijo que los días de mayor ganancia económica para el gremio son, además del Día del Niño, los de los festejos patrios, Navidad y Año Nuevo, pero también las ferias que se realizan en diversos pueblos de las zonas semirurales de la capital.

Al participar en la protesta frente al edificio del gobierno local, mencionó que es beneficiario del préstamo económico de 10 mil pesos, que tendrá que empezar a pagar este mes; sin embargo, dijo no tener recursos para realizar los pagos convenidos.

Los ferieros ofrecieron algodones de azúcar a cambio de una cooperación voluntaria, cuando en las ferias los venden entre 20 y 30 pesos.

Por su parte, comerciantes en la vía pública que se instalan todas las mañanas y hasta el medio día, principalmente en la calle Motolinia, conocidos como desayunaderos porque venden pan, café, atole, tamales, postres, tacos y quesadillas, se manifestaron par demandar que se les entregue el apoyo de 3 mil pesos que, dijeron, ofrecieron las autoridades a cambio de que se retiraran del espacio público.

Lidia Sánchez, vendedora de tacos, dijo que ayer fueron retirados por policías y que la promesa del apoyo económico aún no llega, luego de que la colonia Centro es una de las 158 que están en semáforo epidemiológico color rojo.