Buenos Aires., Esta vez no van a pagar la deuda los que más la necesitan, y el mayor desafío que enfrentamos en estos momentos es reactivar el mercado interno, expresó el presidente Alberto Fernández al anunciar que este domingo culminó el proceso de canje de deuda que propuso el gobierno a sus acreedores externos, y se logró restructurar 99 por ciento de la deuda, después de que el país estuvo encerrado en un laberinto del que ahora acaba de salir.

En el acto participaron la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner; el ministro de Economía, Martín Guzmán; gobernadores y legisladores, en un ambiente de tranquilidad en medio de la pandemia que está en sus niveles más altos en estos días.

“Argentina estaba en default (cesación de pagos)”, sostuvo el mandatario, al señalar que existe la tranquilidad de no haber traicionado la confianza, pero advirtiendo que hay que asumir la responsabilidad de lo que sucedió para que no vuelva a ocurrir.

Recordó a los sectores afectados, como los jubilados, siempre víctimas de la variable de ajuste, a lo que nos condenó el endeudamiento, y entre otros comentarios que este canje de deuda se produce después de haber entrado en cesación de pagos en enero de 2018 que fue el momento en que los mercados comunicaron que no le prestaban más a Argentina. A partir de ese momento el país debió luchar dos años contra la mentira.

Se refirió así a lo que se vivió cuando el gobierno del derechista Mauricio Macri, con el apoyo de los medios masivos de comunicación, le mentía a la población de que el país estaba muy bien, avanzando y ocultando una tragedia social y una economía visiblemente en caída.

El ministro Guzmán fue quien habló al comenzar el anuncio tan esperado y confirmó que el canje de la deuda había alcanzado a 93.5 por ciento de adhesión lo que, como dijo el presidente, se eleva a 99.9 por ciento del total de los bonos elegibles por la cláusula de acción colectiva.

Fernández agradeció el apoyo de México, Francia y España, y el papa Francisco que nos ayudó silenciosamente.