Ante la respuesta negativa de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) por darle una beca, la seleccionada de lucha olímpica Jane Valencia no tuvo más remedio que comenzar a vender ropa en línea y allegarse de recursos para la preparación a Tokio.

Cansada de la promesa incumplida, la jalisciense que radica y entrena en Pensilvania, admite: me siento frustrada por lo que está pasando y quiero hacerlo con mis propios medios.

La campeona del Preolímpico continental en Ottawa, Canadá, estilo libre 57 kilogramos, ha esperado cinco meses para recibir la beca de la Conade sin tener el interés por algún directivo en darle una respuesta.

No creo que vaya a ser pronto, ya vamos para medio año y no quiero depender de nadie. Debo estar enfocada por la medalla olímpica, que es mi sueño, manifiesta la joven madre que requiere de apoyo económico para absorber los gastos de transporte, ir al gimnasio y de todo lo que necesito.

De su nuevo trabajo en la venta de ropa deportiva, señala que era un proyecto que tenía pensado, junto con Alejandra Romero, quien busca la clasificación para la justa olímpica del próximo año.

Abrimos esta línea de ropa para sustentar la preparación a los Juegos Olímpicos de Tokio y el dinero será para nosotras.

Los patrocinadores y empresas no se atreven a apoyar a los atletas debido a la pandemia. Queremos recaudar fondos y hacer las cosas bien. Si no nos quieren apoyar tampoco podemos quedarnos con los brazos cruzados.

Los tiempos son difíciles, la economía no está bien que digamos y yo necesito tener un trabajo, dice Jane, casada con el subcampeón olímpico de Londres 2012, Jaime Espinal, de Puerto Rico, padre de su pequeña hija con el que entrena.

Valencia Escoto, plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, captó la atención mediática al ser la primera mujer en la historia de la lucha olímpica en clasificar a una justa veraniega en Ottawa.