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Se encarará T-MEC, no sólo Covid-19

La OIT ofrece ayuda a México para recuperación laboral y social

Los empleos tras la pandemia serán diferentes, señala Pedro Furtado, nuevo jefe de la oficina del organismo internacional en el país

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▲ Pedro Américo Furtado de Oliveira, representante de la OIT.Foto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Martes 25 de agosto de 2020, p. 14

Los jóvenes, los adultos mayores, los grupos indígenas, los migran-tes y los jornaleros agrícolas representan los sectores más vulnerables en el ámbito del trabajo, sobre todo por el nivel de informalidad donde se ubican y se les debe proteger a partir de una estructura y un piso mínimo, que les permita asumirse como parte de una nación.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha comprobado que aquellos países que pudieron superar sus crisis de todo orden lo hicieron a partir del diálogo entre los sectores productivos y sus gobiernos, más allá de su ideología, plantea el nuevo jefe de la oficina en México, Pedro Furtado de Oliveira.

Una vez pasada la emergencia sanitaria por el Covid-19 –confía– los empleos en el país se recuperarán, pero de otra manera, serán diferentes, y siempre a partir de soluciones conjuntas entre los actores del mundo del trabajo.

Oriundo de Brasil, en entrevista con La Jornada, señala: El trabajo es un valor social y, por tanto, es muy importante que uno esté activo, presente. Y eso se aplica incluso en grupos como los jubilados. ¿Qué hacer para que una persona mayor ya fuera del mundo del trabajo no esté socialmente excluida?

Al margen de dónde se proceda, ocurre lo mismo en cualquier lugar, estar activo es la manera como uno siente pertenecer a una sociedad. Mantener esos vínculos de manera segura, sólida, con mínimos de inclusión social, les permite sentirse parte de una nación. Eso es fundamental, apunta.

En ese ámbito, para el especialista en asuntos laborales, uno de los principales temas es atender el fenómeno de la informalidad donde se ubican los grupos más vulnerables para obtener algún ingreso. Y hacerlo en todos sus matices.

Procedente de Argentina, Furtado está aquí desde hace dos semanas. Define a México como un socio histórico y muy importante para la OIT: un enorme desafío.

Lo anterior, expuso, porque más allá de las actuales condiciones por la pandemia del coronavirus, el país debe encarar las nuevas circunstancias del tratado comercial de América del Norte (T-MEC), las reformas constitucionales recientes y la ratificación de convenios internacionales como el 189, relativo a la seguridad social para emplea-dos domésticos.

Insiste en la importancia de los acuerdos. Y reivindica: la OIT ha podido acompañar a varios países con diversas estructuras o tintes políticos y ha comprobado que la única manera en que pudieron enfrentar sus crisis de posguerra o de cualquier otro tipo, fue por ese proceso de concertación.

Y la organización estaría dispuesta a acompañar a México en esa búsqueda, si así se le solicita, porque no hay modelos únicos ni está forjada una salida, pues el país ya trazó un camino.

El gobierno federal, conviene, tiene programas e iniciativas para que no se pierdan los vínculos entre los trabajadores formales y sus empresas (de todo tamaño) y eso es un valor; que éstas inviertan en su gente, porque perder eso es como deshacerse de un tesoro.

Por ello, concluye, el punto central es no informalizar a quienes ya se encontraban en la esfera del empleo retribuido, porque recuperarlos es mucho más difícil, pues eso deriva en una cadena de impac-tos malísimo. Y es para todos esos aspectos que Furtado ofrece que en la OIT estaremos con el Estado mexicano para ayudarle.