Política
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Nosotros ya no somos los mismos

Principios y saberes heredados // Vendedores de silencios // Antecedente Duarte, inconsistente //Circunstancias favorables

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▲ Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz, preso por los delitos de operaciones con recursos ilícitos y asociación delictuosa.Foto Ap
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ué lástima que el ácido desoxirribonucleico (auténtica guillotina para violadores, seductores, propedeutas de colegios confesionales y en general para todo delincuente descuidado) no pueda garantizar la transmisión generacional de principios, conductas, conocimientos, saberes ni menos aún sentimientos nobles y elevados.

Ante este hecho, sólo nos queda lamentar (y renegar) que loables comportamientos desarrollados en el ejercicio del servicio público por mexicanos de bien, en años recientes, no se repitan en los descendientes directos que en ocasiones han ejercido la misma profesión y aun ocupado los mismos cargos gubernamentales que sus ancestros honraron. Esto sí que es negar, con su conducta cotidiana, la cruz paterna de su parroquia.

Esto me vino a la mente porque me llamó un amigo que suele darme campanazos para que no se me escapen artículos periodísticos o comentarios que en la radio y la tv suelen verter algunos de los sabios doctorcitos que pululan en los medios, convertidos en la new wave de los vendedores de silencio en la afortunadísima expresión que don Enrique Serna acuñó para llamar a su conmocionante biografía del Joseph Goebbels que envileció el periodismo nacional, aupado por los mandatarios de cuando menos cinco sexenios.

Uno de éstos productores en línea de fake news aseveró que el proceso de extradición del señor L es una verdadera patraña, semejante a la del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa (¿Qué no era de Karime?): el proceso se sustenta en delitos o ya prescritos o de la menor penalidad reconocida legalmente. Se le extradita en las mejores condiciones posibles y se inicia un rosario de etapas jurídicas tan plenas de deferencias para el usuario que parece que el juzgado fuera el OXXO (tienda de conveniencia) de la esquina. Se me ocurre que el presunto padece de una serie de afecciones en su salud que requieren de exámenes constantes, por ello debe permanecer en observación un tiempo no definido, en razón de lo cual se le asigna la mitad del piso de maternidad que pagó seis meses por anticipado y que le autoriza visitas a cualquier hora del día o la noche. Además, ha creado sólidos lazos con la comunidad (todos han sido víctimas de algún trastupije de su administración). Se le retendrá el pasaporte (uno de los 10 que sacó durante su gobierno) para evitar que emigre subrepticiamente a Guatemala. Además, él se allana y se entrega, plenamente confiado en la justicia mexicana: los impolutos jueces y magistrados que conforman el Poder Judicial de la Federación jamás permitirían tales agravios en contra del más íntegro, honorable, gobernante del heroico puerto y estado de Veracruz.

Luego, claro, surgieron algunas inocentes dudas: ¿Que los billetitos enviados del aeropuerto de Orizaba al de Toluca eran tan sólo parte de un simple y divertido Monopoly entre cuates?

El antecedente Duarte usado para favorecer al caso Lozoya es inconsistente: el señor L no es un extraditado. No se puede alegar en su favor ciertas benevolencias que la ley otorga a quienes aceptan, antes de un juicio, su culpabilidad en las violaciones de las que son acusados . El doctor Lozoya, sean cuales fueran sus personales razones, decidió cooperar y recibir las benevolencias que la ley otorga a los llamados testigos protegidos o a los que se arropan bajo el rubro de criterio de oportunidad.

Mi modesta opinión es: aprovechémoslo todo y, sobre todo, lo que las circunstancias del momento nos favorecen. Éstas no suelen ser frecuentes.

Twitter: @ortiztejeda