Sábado 22 de agosto de 2020, p. 13
Pese a que cada vez hay mayor afluencia de viajeros, en general las medidas sanitarias por el Covid-19 se respetan, tanto en las instalaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), como en los aviones.
En un recorrido, pasajeros señalaron que se siguen las normas, aunque algunos reconocieron que es imposible
mantenerlas todo el tiempo. Provenientes de Puerto Vallarta, en el vuelo 1785 de Volaris, una pareja descartó que los viajeros todo el tiempo sigan todas las normas, entre ellas el uso del cubrebocas. Otra pasajera que llegó de Cancún en el vuelo 019 de Viva Aerobús, coincidió con ello y comentó que, con el cubrebocas, de por sí es más difícil escuchar a la otra persona en condiciones normales, y más en un avión con el ruido del motor.
Dos amigas que llegaron de Ciudad Juárez en el vuelo 279 de Volaris refirieron que no vieron a ningún usuario sin cubrebocas, excepto para comer un refrigerio.
José Suárez Valdez, secretario de prensa de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), señaló a La Jornada que viajar en avión es más seguro que cualquier otra actividad, porque se desinfectan las cabinas, se toma la temperatura antes de subir a la aeronave, se llena un cuestionario sanitario y se utiliza alcohol en gel.
Destacó la limpieza del aire que circula en las cabinas de pasajeros y pilotos, ello debido a que todos los aviones comerciales utilizan filtros de alta eficiencia con microparticulas (HEPA, por sus siglas en inglés).
Estos filtros también se utilizan en los quirófanos, tienen un alto rango de confiabilidad, se habla de entre 99.7 a 99.9 por ciento de eficiencia. Es un sistema que hace que el aire sea de los más limpios que te vas a encontrar. En los aviones el aire circula de arriba hacia abajo. Sale por altura de las mascarillas de oxígeno y es extraído a nivel de piso. Pasa por el filtro, se limpia y vuelve a circular por la parte superior. Esto es la mitad del aire que respiramos en el avión, la otra es el aire que proviene de la atmosfera, a esas altitudes es muy limpio. Lo único que hace el motor es comprimirlo para que tenga más oxígeno y podamos respirarlo
.
El piloto añadió que cada dos o tres minutos el aire en un avión es nuevo. Las posibilidades de contagiarse (de algún padecimiento como la gripe o Covid-19) son de una en 4 mil 300
y añadió que ahora con el coronavirus, incluso las aerolíneas limpian los filtros HEPA con una mayor regularidad de la que recomiendan los fabricantes.
Además, la disposición de los asientos ayuda a reducir el riesgo, porque todos miran hacia adelante, no hay lugares cara a cara.
Destacó la disciplina de los usuarios ante las normas, y mencionó que las únicas ocasiones en que se quitan los cubrebocas es cuando se ingieren comidas o líquidos durante el vuelo, pero dijo que ahora el servicio a bordo se ha reducido para evitar la interacción.