El huracán Genevieve se degradó ayer a tormenta tropical y la Coordinación Nacional de Protección Civil canceló la alerta roja para Baja California Sur, aunque mantuvo alertas naranja y amarilla para algunas zonas del estado, pues el meteoro avanza paralelo a su litoral oeste.

El Sistema Meteorológico Nacional informó, en sesión del Consejo Estatal de Protección Civil, que el fenómeno continuaría degradándose y este viernes, como depresión tropical, afectaría a los municipios de Comondú, Loreto y Mulegé, en las partes media y norte de la entidad. Expuso que el miércoles, en la categoría 1 de la escala Saffir-Simpson, Genevieve dejó caer 280 litros de agua por metro cuadrado en Cabo San Lucas, superando los 250 esperados.

Indicó que el meteoro estaba ayer 110 kilómetros al sur-suroeste de Cabo San Lázaro y pronosticó lluvias torrenciales en Baja California Sur e intensas en Sinaloa, así como rachas de 90 a 120 kilómetros por hora, oleaje elevado de ocho a 10 metros de altura en las costas occidentales del primer estado, y dos a cuatro metros en Sinaloa.

El gobernador sudcaliforniano, Carlos Mendoza Davis, aseguró que la tormenta sólo dejó daños, cortó el suministro de electricidad a 80 mil usuarios y causó desabasto de agua, pero éste quedaría restablecido el sábado.

Agregó que derrumbes y corridas de agua afectaron carreteras sin paralizar la circulación, y las actividades en los aeropuertos retornaron a la normalidad.

Las terminales marítimas de Baja California Sur permanecieron cerradas a excepción de Pichilingue, en La Paz, y Guerrero Negro, en Mulegé. En Sinaloa cerraron las playas de Mazatlán y se impidió la navegación menor.

Mientras, el Comité Operativo para la Atención en Fenómenos Hidrometeorológicos de Quintana Roo determinó evacuar la comunidad costera de Punta Allen, municipio de Tulum, pues se espera que la depresión tropical 14 –que ayer se encontraba frente a Honduras y Nicaragua– llegue a esa localidad en las próximas 48 horas convertida en tormenta tropical.

Mientras tanto, aguaceros producto de la interacción de un canal de baja presión con la onda tropical número 29 inundaron viviendas de Acapulco, Guerrero, donde agua y lodo arrastraron vehículos, derrumbaron árboles, postes y bardas, además de que provocaron el desplome de rocas sobre la avenida Escénica del fraccionamiento Las Brisas.

Asimismo, la neblina que cubrió la capital de Aguascalientes obligó a suspender operaciones en el aeropuerto internacional Jesús Terán Peredo.

En contraste, un hombre murió por golpe de calor en Mexicali, Baja California, donde se registraron temperaturas mayores a 45 grados centígrados. Fue el tercer caso en 18 días.

Raymundo León, Irene Sánchez, Patricia Vázquez, Rosario Ruiz /La Jornada Maya, Héctor Briseño, Claudio Bañuelos y Antonio Heras