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Ver día anteriorMartes 18 de agosto de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad perdida

Batalla morena en el ring citadino

P

odríamos decir que su fragor aún no se percibe porque apenas se halla en esa fase a la que se califica de baja intensidad, pero de que en esta ciudad se escenifica una guerra política dentro de Morena, no se puede negar.

La capital está convertida en una arena en la que tres diferentes grupos (mejor conocidos como tribus) luchan calle por calle, esquina por esquina, la hegemonía en el lugar considerado como la joya de la corona del partido que postuló al actual Presidente de la República.

Desbordado por la ambición, Ricardo Monreal ha colocado grupos de negociadores que lo mismo construyen alianzas espurias que compran voluntades con promesas falsas, o lanzan campañas de engaños, todo lo que en la contienda sucia se pueda usar.

Así como en película de mafiosos, el senador trata de ganar territorio para crear una red de protección que sostenga su posible candidatura a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, sin otro mérito para los habitantes de la ciudad que su avidez por el poder que significa la capital del país.

Monreal volverá a intentarlo. Promete relecciones imposibles y trata de acercarse a ciertos líderes con ofrecimientos de candidaturas tanto en la esfera local, como a nivel nacional, como si de él dependieran las decisiones dentro de Morena. Pronto habrán de salir a la luz muchos datos de ese trabajo.

En el otro extremo está el canciller Marcelo Ebrard, con estilo diferente pero con las mismas ganas de apoderarse de algunas alcaldías que considera claves para lo que pueda venir. Aunque sus horizontes no terminan en esta ciudad, sí considera que de aquí puede surgir la fuerza que le dé perfil a su futuro. Habrá que estar pendientes de cómo se mueven las cosas en el Congreso y en otros ámbitos, donde Ebrard se maneja como pez en el agua.

Y luego existe un grupo de militantes de Morena que intenta anular las pretensiones de los dos personajes mencionados para dominar la fuerza electoral de la ciudad desde la presidencia de Morena en la capital, aunque de pronto el plan puede ser un fracaso si el liderazgo que lo apoye no tiene la fuerza necesaria. Un Yeidckol para presidir el organismo en la ciudad sería desastroso, tanto como dar un paso hacia el abismo amarillo.

Héctor García Nieto, quien se supone encabeza las buenas voluntades de Morena, no servirá, de eso deben estar seguros, para anular las fuerzas de Montreal o de Ebrard, y menos si lo que hace es muy parecido al plan del zacatecano.

Y esto porque hay quien asegura que también anda repartiendo promesas de relección y demás puestos, y usa para ello el nombre de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien, hasta donde sabemos, no quiere meter las manos en esta guerra que promete más muertos que heridos... políticos.

De pasadita

Una muy interesante fuerza popular ha empezado a acumular Claudia Sheinbaum. Las decisiones que ha tomado para manejar la crisis de la pandemia, muchas veces en contra de las recomendaciones que se dieron desde el ámbito federal, han logrado la aprobación de una mayoría de capitalinos.

Cuidar la salud de la gente sin descuidar la economía, más en momentos de crisis severa, le ha traído el reconocimiento hasta de muchos que no creían que ella pudiera sostenerse en circunstancias tan difíciles. Es más, hoy tiene reunidas más voluntades que cuando las aguas, si no estaban quietas, cuando menos no había olas tan bravas. Ojalá siga así, por el bien de todos quienes habitamos en esta ciudad.

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