Martes 18 de agosto de 2020, p. 2
París. El despertar de un virus prehistórico congelado, el regreso de la viruela, el dengue que se instala en Europa, entre otras hipótesis dignas de películas de cine catastrófico, son seriamente estudiadas por los científicos, preocupados por el riesgo de epidemias vinculadas con el calentamiento climático.
La pandemia de Covid-19, con su virus sin duda procedente de un murciélago, ha sacado a la luz los peligros de las interferencias cada vez más importantes entre las actividades humanas y la naturaleza.
Sin embargo, el riesgo de epidemias también lo puede generar el cambio climático, que provoca el desplazamiento de mosquitos portadores de la malaria o el dengue, y el inicio del deshielo del permafrost, donde están atrapados microbios de otras épocas.
“En mis momentos más pesimistas veo un futuro realmente horrible para el Homo sapiens”, señaló Birgitta Evengard, microbióloga de la Universidad de Umea, en Suecia.
El permafrost es una verdadera caja de pandora
, destacó.
Estos suelos permanentemente congelados, que recubren un cuarto de las tierras del hemisferio norte, en Rusia, Canadá y Alaska, son una bomba de tiempo climático: una parte importante
podría descongelarse para 2100, liberando decenas o centenares de miles de millones de toneladas de gas de efecto invernadero, según los expertos del clima de la ONU.
No sólo eso. Los microorganismos pueden sobrevivir en un medio congelado mucho tiempo
, advirtió Vladimir Romanovsky, de la Universidad de Alaska en Fairbanks.
En cuanto se descongela el suelo, el agua empieza a correr, arrastrando partículas, materias orgánicas o microorganismos que estuvieron aislados durante centenares o miles de años
, detalló el geofísico.
La ciencia ha demostrado que algunos de estos microorganismos pueden revivir.
Cuando se pone un grano en un suelo helado durante miles de años, no ocurre nada, pero cuando se calienta el suelo, el grano va a germinar. Es lo mismo con un virus
, sostuvo Jean-Michel Claverie. Con su equipo del Instituto de Microbiología del Mediterráneo, reactivó virus siberianos de hace 30 mil años.
En las regiones heladas, los neandertales, los mamuts, los rinocerontes lanudos tuvieron enfermedades, murieron y cayeron. Es posible que los virus que causaron sus problemas estén aún ahí
, advirtió.
El verdadero peligro
, según Claverie, está en las capas profundas que pueden tener 2 millones de años y potencialmente esconden patógenos desconocidos.