Nayarit, panismo y AMLO // Mensaje a gobernadores // PT-PRI-PES: pelea por San Lázaro // Ex priísta busca salvar
al PRI
ntonio Echevarría García llegó en septiembre de 2017 al gobierno de Nayarit a nombre de una coalición integrada por los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y el estatal De la Revolución Socialista.
Su padre, Antonio Echevarría Domínguez, a nombre del PAN, había roto en 1999 la hegemonía priísta en la entidad y también llegó a ser gobernador. Su madre, Martha García, aspiró fallidamente a suceder a su esposo (AED) en la gubernatura en 2005 y después fue diputada federal, senadora y de nuevo está en una curul federal a nombre del panismo que al fin, en 2011, la hizo candidata al gobierno estatal. Tras los vaivenes políticos ha estado la fuerza del Grupo Empresarial Álica, propiedad de los Echevarría, el más poderoso de la entidad.
Ayer, el gobernador panista mostró datos positivos en materia de seguridad pública en Nayarit, cuyo anterior mandatario, el priísta Roberto Sandoval, ha sido acusado en Estados Unidos de estar vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación y cuyo fiscal general, Édgar Veytia, está encarcelado en el vecino país bajo señalamientos de haber sido parte del crimen organizado.
En ese contexto, Echevarría García extendió al visitante Andrés Manuel López Obrador un significativo respaldo político: convoco a mis colegas y amigos gobernadores a que trabajemos todos en equipo con el gobierno federal para que así todas y todos los mexicanos tengamos el México que queremos y merecemos
, dijo casi con dedicatoria a sus homólogos, sobre todo panistas, que guerrean diariamente contra el político tabasqueño.
Todavía en 2018, Jorge Argüelles Victorero era un priísta exitoso (https://bit.ly/2Dxp3ba) que había ocupado cargos relevantes en la estructura nacional y morelense del Revolucionario Institucional (PRI). Pero aceptó cambiar de camiseta para acoplarse al Partido Encuentro Social que llevó al ex futbolista profesional Cuauhtémoc Blanco al gobierno estatal y que formó parte de la alianza federal obradorista.
Fue candidato a diputado federal por un distrito de Morelos y ganó por mayoría de votos. Su esposa, Irma María Terán Villalobos, sí compitió por el PRI y logró también ser diputada, aunque por un distrito de Sonora y por la vía de la representación proporcional. Luego, por amor
, renunció a la bancada de tres colores (https://bit.ly/33t6xvG ) para pasar a la del PES que ya coordinaba su marido, Argüelles Victorero.
Ahora, el ex priísta exitoso y presunto aliado del obradorismo ha denunciado las presuntas maniobras que el morenismo y el Partido del Trabajo estarían realizando en la catedral de las marrullerías políticas que es la cámara federal de diputados, para impedir que el PRI presida la mesa directiva en su tercer periodo de sesiones ordinarias. El coordinador de la bancada del PT, Reginaldo Sandoval, estaría comprando en 5 millones de pesos a diputados del PES y del propio Morena, además de ofrecerles cargos y futuras candidaturas, para rebasar la cuantía del PRI, que actualmente es la tercera fuerza política en San Lázaro, y hacer que el citado PT se quede tramposamente con la presidencia camaral.
Para evitar esa injusticia
, Argüelles Victorero ha amenazado con pasar al PRI (¿cual cajas de mercancía en central de abastos?) a 15 de los 24 diputados del PES. El vicecoordinador del PT, Gerardo Fernández Noroña, demandó a Argüelles pruebas de tales ofrecimientos económicos corruptos y precisó que el petismo ya tiene 52 diputados, contra 46 del languideciente PRI, donde esperan que la ex gobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri Riancho, pueda tener la benevolencia de Morena para presidir San Lázaro en pago a los votos de ella y el ex gobernador coahuilense Rubén Moreira por haber roto en días pasados el bloque de contención
al obradorismo que PRI, PRD, PAN y MC habían sostenido en la Comisión Permanente del Congreso. ¡Hasta mañana!
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