▲ A falta de esas células, el nervio óptico es incapaz de repararse a sí mismo.
Foto archivo Gobierno de Canarias
Llamadas progenitoras neurales, nutren las fibras que lo forman; sin ellas, éstas empiezan a deteriorarse
Europa Press
▲ Keyah, un mono hoest, abraza a su recién nacido, en su recinto en el zoológico de Mulhouse, en el este de Francia.
Foto Afp
Reuters