Viernes 31 de julio de 2020, p. 15
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tren Maya, presentada por Fonatur a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para su evaluación, carece de elementos para garantizar que el proyecto –que incluye el tren, los polos de desarrollo y los proyectos complementarios– genere beneficios y evite daños graves e irreversibles que distintos sectores han señalado.
Esto advirtieron en el documento Observaciones a la Manifestación de Impacto Ambiental modalidad regional del Tren Maya decenas de investigadores de 65 instituciones académicas de México, así como de 26 de Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Suiza y Uruguay. Entre quienes suscriben el documento están Carlos Fazio, Peter Rosset y Magdalena Gómez.
La MIA sobre el primer tramo de Palenque, Chiapas, a Izamal, Yucatán, realiza una definición errónea del Sistema Ambiental Regional –donde hay múltiples ecosistemas– y ello impide hacer una valoración real de los impactos socioambientales, señala el análisis.
El documentos advierte que se menciona el primero de octubre como fecha para iniciar trabajos, lo cual supone que en dos meses habrá desalojo de cientos de familias que viven o tienen negocios sobre el derecho de vía, es decir, a 40 metros de la red ferroviaria.
Indica que en la zona donde hay una gran biodiversidad, falta información sobre los pasos de fauna, los cuales son mínimos (40), en comparación con los 146 que se plantean para los vehículos. Advierte que el ruido afectará el movimiento de la fauna y el uso de diésel en los trenes la calidad del aire, con emisiones equivalentes a las de 139 mil autos compactos. La MIA refleja desconocimiento de las tradiciones y modos de vida de los pueblos mayas, señala el documento.