Jueves 30 de julio de 2020, p. 10
El Covid-19 empieza a incrementar el hambre y la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe. En los próximos meses, 16 millones de habitantes de la región no tendrán la certeza de comer al día siguiente, lo que representa un aumento de 239 por ciento respecto a los 4.3 millones reportados en 2019, alertó el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas.
Advirtió que dicha problemática generará un ambiente propicio para los conflictos y la migración de su población más vulnerable, a menos que se tomen provisiones urgentes.
La agencia humanitaria más grande de la ONU, cuya dirección ejecutiva recae en David Beasley, indicó que esto se dará por la suma de la pandemia y otros problemas endémicos de la región: desigualdad, fragilidad de las economías y vulnerabilidad ante fenómenos naturales.
La pandemia del Covid-19 ha sido devastadora en América Latina, donde ya se concentraban las nubes de una tormenta económica. Las familias pasan dificultades para comprar productos básicos, como comida y medicinas, mientras sus medios de vida se destruyen y el desempleo afecta ya a 44 millones de personas, lo que es una combinación fatal
, dijo.
De acuerdo con información difundida ayer por el PMA, Beasley ha visitado Ecuador y Panamá, y la semana pasada habló con varios líderes de las naciones de la región, a quienes expuso la necesidad de actuar de forma coordinada e inmediata para frenar el avance del hambre y la inseguridad alimentaria en sus países. Debemos actuar ahora y ser inteligentes. No se puede atender sólo el Covid-19 o sólo el hambre; se tienen que abordar juntos. Si lo hacemos bien, podemos salvar vidas, si no, la gente morirá
, advirtió.
En particular, manifestó preocupación por la población vulnerable en Haití y en los países del corredor seco de Centroamérica, así como por los miles de venezolanos que decidieron migrar a Colombia, Ecuador y Perú. Este año, agregó, se espera una temporada de huracanes más activa de lo normal, lo que incrementará la presión a los sistemas de protección social ya sobrecargados por la emergencia sanitaria.
El PMA apoya a la región con diversas estrategias de distribución de alimentos, pero necesita con urgencia 328 millones de dólares en fondos para continuar sus operaciones de alivio a la población
, señaló.