Jueves 30 de julio de 2020, p. 29
Reynosa, Tamps., La sociedad civil de Reynosa instaló centros de acopio de víveres y ropa para apoyar a 50 mil damnificados que dejó la tormenta tropical Hanna. El propósito es alimentar a miles de familias que perdieron su patrimonio y siguen sin poder reingresar a sus hogares anegados.
Luis Miguel Iglesias, abogado y activista, recuerda que convocaron en redes sociales a instalar cocinas comunales donde se elaboran cientos de raciones al día, motivados por el ejemplo que la noche del domingo 26 de julio pusieron los clubes de vehículos todo terreno, que rescataron a personas atrapadas por el agua en sus hogares.
Aquí en la colonia Anhelo las familias perdieron todo: no hay agua, no se han bañado, no tienen comida. Si les traes una despensa, no pueden cocinar porque muchas se quedaron sin tanque de gas, se lo llevó el agua. Por eso nos estamos dando a la tarea de cocinar y traerles alimentos preparados a los puntos donde se reúnen a esperar a que baje el agua para regresar a sus casas, pero también estuvimos alimentando a quienes no quisieron dejar sus casas por miedo a que les roben sus cosas.
La sociedad civil, explica, intervino desde el primer momento en favor de los habitantes de esas zonas bajas al rescatarlos en vehículos todo terreno y lanchas.
Todas las autoridades llegaron tarde. Es hora de que lleguen los apoyos. El gobierno federal minimizó el daño en Reynosa, mientras el estado y el municipio van muy lentos repartiendo los apoyos. La presidenta (municipal) Maki (Ortiz) está muy mal; hay que presionarla mucho para que vaya a las colonias a ver qué pasa
, añade.
Recargado en sus muletas, Jesús, de 64 años, vecino de la colonia Ernesto Zedillo, lamenta la pérdida de su auto. Cuando se quiso acercar a la camioneta Toyota Tundra con placas de Texas que repartió 200 bolsas con un sándwich y una galleta, los voluntarios le dijeron que no quedaba nada. Le entregaron una botella de agua.
No puedo caminar. Por eso cuando llega mi turno ya se acabó todo. Además, hay gentes muy mañosas que acaparan todo, no hay quién ponga orden. Los que estamos viejos o inválidos no alcanzamos o nos dejan lo último. Así estoy desde el domingo. Me sacaron de la casa en lancha; si me quedo ahí me ahogo
, afirma con un dejo de amargura.
El anciano con cubrebocas de estampado militar es uno de los miles que desde el paso de Hanna duerme en los alrededores del Bulevar Oriente debido a que su casa, en la colonia Delicias, quedó bajo el agua.
A ese punto de la ciudad llegan las camionetas de doble tracción con alimentos preparados o ropa que dejan para que los damnificados escojan. La mayoría trae la misma vestimenta desde que salió de su casa. Tampoco han tenido oportunidad de bañarse, y si cuentan con sanitarios portátiles es porque organizaciones y particulares pagaron para que les llevaran media docena a la avenida.
Ayuda Humanitaria Reynosa y otras agrupaciones de la sociedad civil que entregaron despensas a vecinos de La Escondida y Jacinto López anunciaron la apertura de cinco centros de acopio de agua embotellada, latería, artículos de higiene personal y hasta alimento para mascotas, pues muchas huyeron y ahora se les ve en las calles lejos de sus dueños y sin comer.
Claudia Romero recordó que la agrupación rescató a un bebé de tres días de nacido en la colonia Jacinto López y durante lunes y martes siguió haciéndolo, pero ya con adultos mayores y personas discapacitadas.