El Gobierno de la Ciudad de México determinó flexibilizar los lineamientos que deben seguir las empresas que reabrieron en el semáforo epidemiológico naranja para prevenir contagios de Covid-19, con el propósito de reducir gastos que les permitan mantener las fuentes de empleo.

De esta forma, aquellas con más de 100 trabajadores están obligadas a realizar la prueba de coronavirus a 3 por ciento de su personal cada 15 días, y no a partir de 30 empleados, como se había impuesto en un principio.

Destacó que se avanza en la reactivación económica de la capital del país, especialmente debido a la industria de la construcción, de tal forma que, aseguró, en julio ya no se perdieron empleos, sino por el contrario, comenzaron a generarse nuevas fuentes de trabajo.

En un aviso publicado en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México se establece que también se podrán aplicar pruebas grupales a un máximo de 15 personas, preferentemente que compartan espacios o tengan mayor contacto entre ellos. Dichos tests consisten en que se toma la muestra a cada una, las cuales se combinan y se procesarán como una sola prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) de diagnóstico de Covid-19.

Señaló que el propósito es, sin descuidar el tema sanitario, apoyar la actividad económica de la ciudad, pues, por ejemplo, el sector restaurantero ha tenido una recuperación muy ligera. No hay mucha gente que asista a los restaurantes, por lo que, agregó, se analiza ampliar el horario de los establecimientos que en el semáforo epidemiológico naranja deben cerrar a las 22 horas.

Al señalar que habrá sectores, como el de servicios, que tendrán una recuperación más lenta, el gobierno capitalino señaló que el principal objetivo es que no se pierdan más empleos y los ciudadanos puedan tener un ingreso digno.

Por ello, agregó la administración capitalina, se trabaja en un nuevo programa de créditos, con cantidades mayores a las que ya otorgaron tanto el gobierno local como el federal, de 5 mil y 10 mil pesos, respectivamente, que permitan reanudar actividades a las pequeñas empresas dedicadas principalmente a los servicios.