La actividad económica en México resintió en abril y mayo pasados una contracción anual de 19.7 y 21.6 por ciento, respectivamente, cifras que significaron caídas récord en la medición el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE). Mañana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicará el dato oportuno del producto interno bruto (PIB) correspondiente al segundo trimestre de 2020.

Al unísono, bancos de inversión estiman que será el dato más bajo del que haya registro en México. Se espera al menos una contracción de 19.6 por ciento, según un sondeo de Reuters, en la medida en que la tasa de contagio de Covid-19 no logra una baja constante y, por ende, la actividad económica sigue limitada en julio y con ello en el inicio del tercer trimestre del año.

De acuerdo con el Inegi, la actividad económica en México lleva cuatro trimestres con decrecimiento. Se desaceleró desde el periodo octubre-noviembre de 2018 y ya para abril-junio de 2019 empezó a contraerse.

Aun sin que se instalara el Covid-19 en el país, de enero a marzo de 2020 la economía cayó 2.2 por ciento en cifras desestacionalizadas, por lo que para el segundo trimestre especialistas financieros estiman una caída en decenas. No hay registro de algo similar para la economía mexicana. El antecedente más cercano es el periodo abril- junio de 1995, cuando la actividad se redujo 8.6 por ciento.

El PIB ha sido minusvalorado por el presidente Andrés Manual López Obrador desde que el año pasado comenzó a reportar su baja. El mandatario llama a nuevas mediciones que revisen también el desarrollo. Incluso, el premio Nobel Joseph Stiglitz ha reiterado –desde hace años y ahora en un contexto en el que el Fondo Monetario Internacional prevé decrecimiento en más de 90 por ciento de las economías mundiales– que el indicador debe ser sustituido por uno que evidencie la salud económica de un país.