Las propuestas de reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) presentadas en la Cámara de Diputados se centran en incrementar las aportaciones de los trabajadores y modificar el régimen de inversión de las Afore como medidas para aumentar los rendimientos y el monto de las pensiones, así como reducir el costo fiscal, mientras el proyecto difundido la semana pasada –explicaron diputados– considera puntos de un documento elaborado por The Aspen Institute México.

En éste se planteó cambiar las variables que inciden en los montos de pensión como forma de incrementarlos. Por ejemplo, elevar la edad de retiro de 60 a 70 años aumentaría 91 por ciento la tasa de remplazo; subir de 6.5 a 11.3 por ciento la aportación al ahorro resultaría en 74 por ciento más, y reducir de 1.11 a .07 las comisiones la incrementaría 10 por ciento.

En el caso de la del Partido del Trabajo (PT), plantea que parte de la discusión debe centrarse en las excesivas ganancias de las administradoras del ahorro, que no se han traducido, a su vez, en mejores rendimientos para los trabajadores.

El análisis de esa bancada señala que los recursos disponibles en las Afore representan casi 16 por ciento del PIB, pero no han contribuido al crecimiento económico del país ni a la generación de empleo formal para que haya mayor número de ahorradores.

A abril pasado, por sectores, la inversión de las Siefore en renta variable fue de 22.7 por ciento; deuda gubernamental mexicana, 51.7; deuda privada nacional, 16; instrumentos estructurados, 6.1; Fibras, 2.1; deuda internacional, uno, y mercancías, 0.5.

Tal manejo, sin embargo, ha mermado el valor de los recursos, debido a que en meses recientes, a pesar de la vulnerabilidad de los mercados financieros internacionales, ha aumentado la inversión de las Afore en dichas plazas, observa un análisis de la bancada del PT en San Lázaro.

No obstante, las iniciativas ponderan que para mejorar el sistema de pensiones debe ampliarse la cobertura. Esto es, el porcentaje de la población ocupada afiliada; aumentar la edad de jubilación de 65 a 67 años, ya que los 65 años no corresponden con la esperanza de vida; fomentar el ahorro voluntario, un mínimo de 3 por ciento de los salarios; mejorar la tasa de remplazo, o sea, el porcentaje de ingresos en la jubilación respecto del salario en activo; incrementar el periodo de contribución obligatoria de 6.5 a 11 por ciento, y que la cuota del Infonavit se destine directamente al ahorro.

En distintas propuestas se plantea, como se propuso el miércoles, que las empresas paguen el incremento de la aportación, aunque se sugiere que sea deducible de impuestos, lo que trasladaría el costo fiscal de la reforma al gobierno federal.

También se pondera que las bajas pensiones se deben a los bajos salarios.

Morena ha planteado solamente facilitar retiros parciales del ahorro a trabajadores que se han quedado sin empleo, pero a mayo pasado el monto de cobros anticipados representó 19 mil 555 millones de pesos y la pérdida de empleo formal ha reducido el número de aportaciones.

El PT señala que, ante el desempleo formal creciente, los recursos aportados a pensiones se redujeron 30 por ciento de enero a mayo respecto del mismo periodo del año pasado.