Domingo 26 de julio de 2020, p. 20
La industria de gimnasios, centros y clubes deportivos está a punto de tirar la toalla
. El sector organizado está muy golpeado económicamente
, por lo cual advierte que sólo le quedan tres semanas de oxígeno, antes de comenzar un cierre masivo y la apertura clandestina de negocios, ante la desesperación de algunos propietarios independientes.
Rodrigo Chávez, presidente de la Asociación Mexicana de Gimnasios y Clubes (Amegyc), dijo que golpeados
es la mejor palabra para describir la situación económica que viven, porque ya está muy débil esa industria, que comenzó el cierre de negocios a finales de marzo, aunque en algunos estados del país están abiertos a 30 por ciento de su capacidad.
Hasta 2019 el sector organizado contaba con 4.3 millones de clientes e ingresos estimados en mil 872 millones de dólares. Generaba 13 mil empleos directos.
Destacó que la prioridad de los miembros de la organización ha sido no despedir personal y seguir pagando salarios. Sin embargo, la pandemia ha obligado a cerrar definitivamente 4 mil 500 locales, casi 30 por ciento de los 12 mil 500 que había hasta antes de la enfermedad.
Aunado a la falta de ingresos, también enlista el pago de locales. En algunos casos, dijo, las negociaciones con arrendadores no concluyeron con descuentos y han comenzado a desalojar los establecimientos.
Interrogado sobre un posible acercamiento con el gobierno federal para solicitar créditos o algún otro tipo de apoyo, Chávez aseguró que las empresas que se agrupan en la Amegyc no buscan financiamiento.
No creemos que la solución sea dar una línea de crédito al micro, pequeño y mediano empresario para seguir pagando rentas y salarios. Lo que producimos es salud, y lo único que necesitamos de ayuda es que nos permitan operar bajo el protocolo seguro, que está probado por más de mes y medio en otros estados
, subrayó.
Ejemplificó: en Hidalgo, donde operan a 30 por ciento de su capacidad, no se han registrado brotes de Covid-19. Situación similar ocurre en Jalisco, mientras en San Luis Potosí, si bien regresaron a semáforo rojo, las autoridades sólo disminuyeron la capacidad a 25 por ciento.
Chávez comentó que un subsidio al seguro social de los trabajadores sería maravilloso
, pero tampoco es la alternativa.
Sobre el panorama del sector, señaló que lo ven muy mal
, porque están a punto de tirar la toalla
, sobre todo en el valle de México, ya que en la región centro del país están catalogados para abrir en semáforo verde y se prevé que ese color no llegará antes de enero o hasta que haya vacuna.
Por ello, detalló, se espera un cierre masivo. En la Ciudad de México bajaron las cortinas 450 establecimientos y en el estado de México unos 800.