Sábado 25 de julio de 2020, p. 4
Washington. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se mostraron ayer favorables a un regreso de los estudiantes a las aulas a pesar de los temores de los padres por el gran aumento de contagios de Covid-19 en Estados Unidos, un cambio de posición tomado tras una petición hecha directamente desde la Casa Blanca.
Se lo debemos a los niños de nuestra nación. Deben asumir la responsabilidad personal de hacer todo lo posible para reducir los niveles de Covid-19 para que puedan regresar a la escuela de manera segura
, dijo Robert Redfield, jefe de los CDC, al presentar en conferencia de prensa las nuevas directrices para el regreso a clases.
En sus nuevos lineamientos, publicados el jueves, los centros destacaron la importancia de reabrir las escuelas en otoño
bajo el argumento de que los cubrebocas y el distanciamiento social son indispensables y advirtió que volver a las aulas no es una buena idea en caso de circulación activa del virus.
Expertos argumentan que los niños tienen un riesgo bajo de presentar cuadros graves de Covid-19 y destacaron los prejuicios sociales, emocionales, económicos y académicos de cerrar las escuelas. En el nuevo documento, los especialistas citan una investigación de la Universidad de Washington que señala que los recintos estaban mal preparados para la enseñanza a distancia, y que esta solución aumentó las desigualdades entre ricos y pobres.
Los niños deben volver a la escuela, incluso si futuros estudios descubren que ellos están transmitiendo el virus, porque tienen menos probabilidades de enfermarse gravemente, dijo Kayleigh McEnany, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
Miles de distritos escolares están en pleno debate sobre si abrir 100 por ciento o reducir la asistencia a 50 por ciento tras el verano boreal, en momentos en que la transmisión del coronavirus está tan extendida que en 15 días el país registró un millón de casos nuevos.
Hasta ayer, en el país, la pandemia dejó 145 mil 324 muertes y 4 millones 106 mil 225 contagios, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. Los CDC habían publicado inicialmente consignas para advertir de los riesgos de un retorno a las aulas.
En Estados Unidos, polarizado y enfocado en las elecciones de noviembre, el tema está muy politizado desde que Trump pidió a los centros que abran completamente. No se puede impedir de forma definitiva a 50 millones de niños que vayan a la escuela
, dijo en rueda de prensa en la Casa Blanca.
El republicano ha amenazado en repetidas ocasiones con retener fondos a las instituciones educativas que se nieguen a reabrir. Pero de uno u otro modo, la reapertura no será completa como desea Trump debido a que las escuelas son controladas por los estados y condados, no por el gobierno federal.
Varias ciudades se inclinan por una vuelta al colegio de manera virtual, como Houston y Los Ángeles, mientras Nueva York apuesta por un modelo híbrido
: una parte presencial y otra vía remota.
En los suburbios de Washington, el condado de Montgomery decidió que los alumnos no verán a sus compañeros hasta el 29 de enero. El San Andrew’s Episcopal School, colegio privado en las afueras de la capital al que asiste Barron Trump, el hijo menor del presidente, analiza si adoptará un modelo virtual o híbrido
.
Los rebrotes de coronavirus en el país podrían afectar la recuperación económica: el número de solicitantes de ayuda por desempleo aumentó por primera vez en casi cuatro meses y está por expirar una ayuda federal de desocupación de 600 dólares semanales.
Los casi 30 millones de desempleados podrían tener dificultades para pagar una renta, la electricidad y otros servicios. A los economistas les preocupa que caiga el gasto general de los consumidores, lo que asestaría otro golpe a la economía.
Efectos en AL
Por otro lado, en América Latina y el Caribe, la pandemia ha dejado hasta ayer 176 mil 862 muertos y 4 millones 155 mil 166 contagios, según la agencia de internacional de noticias Afp.
Bolivia registró cerca de 80 muertes por Covid-19 en 24 horas, la cifra más alta de fallecidos diarios desde el inicio de la crisis en el país andino.