Viernes 24 de julio de 2020, p. 20
La construcción profundizó su caída durante mayo pasado. El valor de la producción en empresas del sector cayó 34.2 por ciento comparado con el mismo mes de 2019. Es la mayor caída en la serie que registra el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y, además, es parte de una sucesión de 23 contracciones seguidas a tasa anual, que iniciaron en julio de 2018.
El sector –que aporta 8 por ciento del producto interno bruto– lleva 13 meses seguidos en mínimos desde que hay registro, y mes a mes ha profundizado esa caída. En mayo sumó 19 mil 715 millones de pesos, monto que equivale a 54 por ciento, casi la mitad de lo que registró en el mismo mes de 2006, año en el que se inició la serie del organismo.
Respecto a abril –cuando la industria ya había resentido las medidas de distanciamiento social que buscan desacelerar el contagio de Covid-19 al perder 19.07 por ciento de su valor– en mayo sumó una caída adicional de 5.2 por ciento. Así hila 16 meses seguidos en picada del seguimiento mensual.
En cuanto a trabajadores, Inegi reporta una caída de 22.5 por ciento anual y de 4.7 respecto de abril. En horas trabajadas, la baja anual fue de 28.2 por ciento y la mensual de 5 por ciento; mientras las remuneraciones promedio en esta actividad cayeron 1.4 por ciento frente a mayo de 2019, pero implican un aumento de 5.2 por ciento respecto a abril de 2020.
Sin importar el rubro, las caídas anuales respecto a mayo de 2019 son las más altas de las que tiene registro el Inegi.
El sector tocó fondo
En un documento enviado a inversionitas, Gabriela Siller, directora de análisis en Banco Base explicó que los resultados de la construcción se deben a la caída en la inversión, a la incertidumbre derivada de la pandemia; y si bien consideró que el sector tocó fondo
durante abril y mayo, no se espera un repunte, dado que el país atraviesa por una de sus peores crisis económicas
.
Los datos hasta ahora reportados por medio de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras son para un mes en que el distanciamiento físico aún fue preponderante. Para junio, los directivos de la industria lograron destrabar un inicio de actividades reguladas por el Semáforo Epidemiológico de la Secretaría de Salud.