El avión presidencial TP01 Boeing 787 Dreamliner, José María Morelos y Pavón, aterrizó la tarde de ayer en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) procedente de la terminal aérea de Victorville, California, luego de estar 19 meses en ese lugar.

La aeronave arribó a las 14:36 al ex hangar presidencial, que se encuentra a un costado de la Terminal 2 del aeropuerto capitalino, luego de más de tres horas de vuelo. Ahí permanecerá hasta concluir su proceso de venta que está marcha.

Al lugar ingresaron tres médicos de Sanidad Internacional, para revisar y tomar la temperatura a los tripulantes de la Fuerza Aérea Mexicana, como parte de los protocolos para descartar que presentaran cualquier síntoma de coronavirus.

En la conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que el proceso de compra de la aeronave avanza. No se ha caído, incluso ya se recibió un anticipo, informó.

Conferencia matutina en el hangar

Adelantó que el próximo lunes la reunión del gabinete de seguridad y la conferencia matutina será en ese hangar, para cumplir el compromiso que hizo a los medios de comunicación de que conozcan la lujosa aeronave, que fue regresada a México por la Fuerza Aérea Mexicana, al concluir su mantenimiento en Victorville, California.

–¿Usted se va a subir?

–Pues a lo mejor, para ver cómo era la vida antes del cambio –respondió.

Trascendió que el costo de almacenamiento del avión presidencial por tenerlo en Estados Unidos fue de 1.5 millones de dólares. Tan sólo en noviembre del año pasado, el gobierno mexicano erogó 597 mil 981 dólares (en ese entonces alrededor de 11 millones 541 mil pesos al tipo de cambio) por servicios de preservación y retorno a servicio del avión presidencial.

Hace una semana el TP01 realizó un vuelo de prueba de aproximadamente 50 minutos de acuerdo con el rastreo hecho por el portal FlightAware. Según los registros, despegó a las 10:44 de la mañana desde el aeropuerto de California, y aterrizó a las 11:36 horas en el mismo lugar.

La primera vez que el avión presidencial llegó a México fue en febrero de 2016. Entonces se informó que tendría una vida útil de 25 años.