La meta final del programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) de impulsar a quienes no estudian ni trabajan para que se incorporen al sector laboral no se ha cumplido y no hay cifras claras sobre los objetivos alcanzados hasta ahora, sostuvo Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, AC.

El experto recomendó reformular los alcances del programa, ya que pensar que un millón y medio de beneficiarios pueden encontrar trabajo con JCF es poco realista.

Durante una conferencia de prensa, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social detalló que 420 mil 741 aprendices han egresado del programa, de los cuales, 22.4 por ciento se quedará a laborar donde se capacitó, está por contratarse o ya tiene otro empleo.

Marcelo Delajara afirmó que la cifra no sería tan mala, pero causa frustración, ya que no se detalla si ya se realizaron las contrataciones o estaban en proceso. Advirtió que, por la emergencia sanitaria, lo más probable es que no se concreten.

Al inicio del presente año, y luego de egresar de Veterinaria, Alejandra L buscó ingresar al programa. La semana pasada fue notificada de que por el momento llegaron al límite de becas del programa y podrá ingresar hasta que se abran nuevos lugares.

La beca de 3 mil 748 pesos, indicó, era suficiente para cubrir algunos gastos y alimentar a sus mascotas, pero reconoció que tampoco era un gran aliciente, ya que tuvo que optar por pedir lugar en una aseguradora ante la falta de opciones que le permitieran desarrollarse. Pedí entrar de administrativo en una (empresa) de seguros porque lo que había de veterinaria en su mayoría era de baña perros y limpieza, relató.

La realidad laboral de los jóvenes en el país no ha cambiado en los últimos años, apuntó Mar Estrada Jimenez, coordinadora de licenciatura en economía y finanzas de la Universidad Ibero en Puebla. Explicó que en 2017, 88 por ciento de los jóvenes trabajadores no alcanzaba la línea de salario digno y 66 por ciento no contaba con seguridad social.

No sólo son una de las poblaciones más vulnerables en términos de empleo digno, es de quienes más preocupa su futuro laboral junto con las mujeres, pero la vulnerabilidad no cambia, sino que se incrementa en muchos sentidos, agregó por separado Daniela Jiménez, directora del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal).

Aunque JCF puede ser importante en la apertura de espacios laborales para la juventud, Delajara apuntó que para concretar los objetivos se requiere una política laboral más amplia, que se enfoque en reducir la precarización, ya que en el caso de encontrar trabajo, se mantiene la realidad de empleos con bajos salarios y sin prestaciones.