Para el propósito fundamental de rescatar la Comisión Federal deElectricidad (CFE), a la que la reforma energética dejó en vías de extinción, la cima de esfuerzos se ha centrado en combatir la corrupción al interior de la empresa, seeliminaron contratos leoninos y se renegociaron otros que lesionaban sus finanzas, además de recuperar el sentido social en la adquisición de combustibles y reordenar las compras, lo que ha significado ahorros millonarios.

En un informe de labores remitido a la Comisión Permanente del Senado por la Secretaría de Energía (Sener) y la CFE, se detalla que la renegociación de los contratos con cuatro empresas que operan siete gasoductos, dejó a la empresa un ahorro equiparable a la construcción de cinco nuevas centrales de generación eléctrica, con capacidad conjunta de más de 900 megawatts.

En términos anuales, el ahorro representa 12 por ciento de la inversión física de la CFE, u 11 por ciento del presupuesto para mantenimiento y servicios generales. Al renegociarse las tarifas, se evitó enfrentar precios crecientes del transporte de gas natural en montos insostenibles para la comisión, salvaguardando con ello las futuras afectaciones financieras y comerciales, se precisa en ese documento signado por los titulares de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, y de la CFE, Manuel Bartlett.

Detallan, asimismo, que se establecieron requisitos más rígidos para la subcontratación, a fin de evitar el desvío de recursos a través de empresas fantasma; se eliminó el monto límite para los convenios marco; se incrementaron los requisitos para la procedencia del incremento a lo contratado, y se estableció la rescisión de los mismos, sin la necesidad de una resolución jurídica.

En diciembre de 2019 se formalizó la creación de la Gerencia de Inteligencia y Análisis, misma que realiza investigaciones de mercado con una metodología rigurosa, con la finalidad de que la CFE cuente con información relevante que asegure las mejores condiciones de suministro y costos en los procesos de contratación.

En el informe se destaca, asimismo, que “se impulsaron las capacidades de la CFE –que la reforma energética dejó pulverizadas–, entre ellas capitalizar su volumen de operaciones a modo de obtener mejores condiciones de precio y calidad”, se fortaleció su generación propia de electricidad y se invirtió en el mantenimiento de su infraestructura, después de lustros de abandono y debilitamiento.