Martes 21 de julio de 2020, p. 20
Cada dos semanas, desde abril, desempleados estadunidenses –32 millones– reciben ayuda que promedia 600 dólares. Según datos de la Oficina del Censo, ese dinero lo utilizan para pagar cuentas, rembolsar créditos, alquiler y comprar comida
, mientras a escala macroeconómica ha permitido que el consumo, principal motor de la economía, continúe. Sin embargo, dicho subsidio terminará el próximo día 31, ante lo cual el Congreso comenzó a analizar una posible ampliación. El debate se centra en que para algunos ese beneficio desincentiva la búsqueda de trabajo, ya que muchos desempleados tienen ingresos superiores a los que tenían cuando laboraban. La imagen, de una protesta en Washington