Domingo 19 de julio de 2020, p. 6
Confinadas en casa desde hace cuatro meses, Elena, Graciela, Olga y Leonor, amas de casa de entre 78 y 82 años, temen que sus lesiones y padecimientos crónico degenerativos, como diabetes e hipertensión, puedan salirse de control si se mantienen sin acceso a los servicios de salud.
Llevo meses esperando que me den una nueva fecha para operarme una hernia. Cuando estaba por internarme, me avisaron que el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sería sólo para pacientes con Covid-19, y sigo esperando
, señala Olga, de 82 años, quien también padece diabetes.
Elena, quien sufre de dolor crónico de espalda y hombro, aunado a hipertensión, recuerda que “desde que empezó esto de la pandemia nos avisaron que ni ir a los consultorios de nuestras clínicas, que si podíamos mandáramos a alguien por los medicamentos.
En mi caso decidí comprarlos por mi cuenta, pero son 3 mil pesos mensuales y no se ve para cuándo podamos volver a consulta con los médicos para el chequeo y los estudios clínicos.
En entrevista, destacan que como adultas mayores sabemos que tenemos más riesgos que los jóvenes si nos contagiamos. Muchas dejamos de ir a las clínicas de lo familiar por temor. No siempre los hijos pueden o quieren acompañarnos, y con tantos contagios y muertos, pues se te mete el miedo. En mi caso, me encerré desde hace cuatro meses, no voy ni al mercado. Mis hijas me traen las medicinas que mando comprar a la farmacia, pero depender de otros siempre es difícil
, señala Elena.
Graciela, de 82 años, narra que desde la operación de hombro en enero pasado, en la que le colocaron una prótesis, debe realizar terapia cada tercer día. Llevo cuatro meses, los mismos en que he estado encerrada, sin recibir terapia, porque nos cancelaron las citas. Para las personas mayores no es fácil seguir indicaciones por Internet ni nada de eso, así que como puedo y de lo que me acuerdo he tratado de seguir con mi rehabilitación, pero no es lo mismo, lo he notado
.
Leonor, quien padece hipertensión y graves problemas circulatorios, señala que “a los viejos nos dijeron que no debíamos ir a las clínicas, que nos quedáramos en casa, pero cuando ya tienes muchos achaques necesitas acudir a tus citas médicas.
En estos meses de encierro, he tenido dos crisis serias de dolor por mis problemas circulatorios, simplemente no podía moverme, y ni a quién llamar. Una vecina investigó si podía llevarme a un hospital, pero el que nos corresponde sólo atiende a pacientes con Covid-19, y no supe a dónde más acudir.
La epidemia por el nuevo coronavirus “demanda de todos los médicos y enfermeras, pero los ancianos también necesitamos cuidados.
Con la edad, valoras mucho más la salud, hemos hecho esfuerzos por cuidarnos, pero después de tanto tiempo, los medicamentos que guardamos o los que nos recetan comienzan a escasear en las farmacias, y sin acceso a nuestras consultas o terapias, podría empeorar nuestro estado de salud
, advierten.