Son las 18:55 horas. En la radio está por terminar la canción “El chofer”, de Vicente Fernández. Al concluir se escucha la hora en náhuatl y, sin avisar, comienza una voz que dice: “Hola, ¿qué tal? ¿Cómo se encuentran en casitas? ¿Cómo están las comunidades que nos escuchan? Estamos transmitiendo desde la cabina de Radio Tosepan Limakxtum a 150 watts de potencia desde Cuetzalan del Progreso.”
La voz calla por segundos y prosigue: “Estamos muy contentos de que nos deje acompañarle otra noche para tener la información de primera mano y actualización sobre el coronavirus, Covid-19; provocado por el virus Sars-COV2. Estamos a punto de enlazarnos a la conferencia vespertina de la Secretaría de Salud que también se da todos los días y cuenta con datos e información de suma importancia para seguir al día la pandemia. Recuerde que al finalizar la conferencia tenemos un espacio de análisis y reflexión para traducir lo que se dice en la conferencia en acciones que nos pueden ayudar desde lo local”. Otro silencio. “Bueno, va comenzando la conferencia. Nos enlazamos en vivo hasta Palacio Nacional siendo exactamente las 19 horas en punto”. La mayoría de las veces, este mensaje introductorio se traduce al náhuatl y así se da comienzo a la conferencia vespertina con el “buenas noches” del Dr. Hugo López-Gatell.
Conozco esta experiencia de primera mano, ya que la primera voz es mía. Colaboro con Radio Tosepan Limakxtum desde febrero pasado. La Unión de Cooperativas Tosepan decidió emprender la Iniciativa Tayolchikawalis: Unidas y unidos con el corazón fuerte ante el Covid-19, para dar respuesta integral a los estragos sanitarios, económicos y socioculturales de la pandemia en los pueblos nahuas, tutunaku y mestizo de la Sierra Norte de Puebla y Veracruz. La iniciativa consta de tres pilares de acciones de prevención y atención sanitaria, revitalización del campo y una campaña de comunicación asertiva.
Escribo este texto para responder a la pregunta ¿cuál es la importancia de un medio comunitario en una situación de riesgo, como la pandemia que hoy experimentamos? La radio comunitaria es un puente entre la información oficial y comunidades rurales e indígenas. ¿Por qué es importante esa mediación? Responder a esta pregunta implica transitar varias contradicciones que me gustaría exponer desde mi experiencia, para llegar a ideas que nos dejen mirar la diversidad de contextos y la necesidad de diversificar las respuestas a los mismos.
En la conferencia del 8 de mayo del 2020, el dr. López-Gatell habló de la importancia de hacer pública la información sobre salud, especialmente la relacionada con la epidemia. Subrayó que su importancia recae en que dicha información se paga con impuestos de todas y todos. De ahí el esfuerzo de las conferencias vespertinas, únicas en un país como México. Sin embargo, desde el trabajo de los medios comunitarios indígenas quedan varias cosas sueltas sobre cómo se hace llegar la información a toda la población.
Vamos por partes. Lo primero que resalta es que muchas comunidades rurales e indígenas no cuentan con la infraestructura para que les llegue la información oficial. Poca o nula señal de telefonía, radio y televisión. De vez en cuando las personas salen de sus comunidades y acceden a red móvil o WI-FI, donde rápidamente revisan mensajes SMS y redes sociales. Esta situación propicia desinformación, ya que una nota o cadena no puede ser verificada cuando las personas regresan a su comunidad, así muchas comunidades rurales e indígenas en México corren el riesgo de generar pánico ante la pandemia, como pensar que el coronavirus no tiene cura, por ejemplo.
Supongamos que las comunidades tienen acceso a señal de radio y televisión nacional donde pueden seguir las conferencias vespertinas. La información llega a las comunidades, pero, ¿será que el mensaje llega? Pensemos si las gráficas, tablas y demás recursos estadísticos son la mejor manera de trasmitir un mensaje en un país multicultural. Eso nos lleva a la necesidad de tener materiales sobre el Covid-19 en lenguas indígenas. Los hay, pero el acceso se restringe con un vínculo a la página del INPI.
Hay que reinventar las formas y métodos comunicacionales para que no sólo la información, sino también el mensaje llegue de forma certera a comunidades rurales e indígenas. Aquí es donde Radio Tosepan Limakxtum se hace tan importante.
Después de cada conferencia vespertina, en la radio se abre un espacio de diálogo en donde las personas de las comunidades exponen dudas y comentarios. Así, entre todos y todas vamos traduciendo las medidas sanitarias al náhuatl y a la forma de vida local, para buscar soluciones posibles ante las consecuencias económicas y sociales del Covid-19. Si lo urgente es salvar vidas, los medios de comunicación masiva y comunitarios tienen una responsabilidad gigante con la población.
Entonces, ¿cuál es la importancia de un medio comunitario en una situación de riesgo, como la que hoy experimentamos? De forma resumida: un mensaje claro puede salvar vidas. Los medios comunitarios son el espacio en donde las comunidades indígenas pueden tener información en su lengua que ayude a tranquilizar y saber qué hacer y dónde comunicarse si hay riesgo. Conocer los protocolos de acción sanitaria y ser el puente con las autoridades, salva vidas.
Me gustaría subrayar la importancia de los medios comunitarios en situaciones emergencia en dos sentidos: el derecho de las comunidades indígenas y rurales a la información pública y la necesidad de traducir dicha información a la lengua y realidad de cada contexto. Esta historia ilustra los dos sentidos. Después de una trasmisión de la conferencia vespertina una señora de la comunidad de Nahuiogpan mandó un mensaje a la radio preguntando: “¿Ustedes creen que los pueblos indígenas son vulnerables? Nosotros tenemos la fuerza y energía de trabajar, ¿qué significa que somos vulnerables?”. Ahí me di cuenta que el programa reproducía el mensaje de la importancia de cuidar a la población vulnerable, y que la Secretaría de Salud pone en esa categoría a personas mayores, embarazadas, niños y niñas, personas con enfermedades crónicas y pueblos indígenas.
Algo esconde esa generalización sobre vulnerabilidad. Explicamos en el programa que esa vulnerabilidad es pensada en las personas que se pueden poner graves al contraer el Covid-19. Me quedé pensando sobre cómo el discurso institucional inserta a los pueblos indígenas en una condición de vulnerabilidad por la falta de servicios, pero no toma en cuenta sus instituciones y soluciones propias para enfrentar el coronavirus.
Los medios comunitarios son parte de esas instituciones que hacen a las comunidades indígenas fuertes y sabias para contener cualquier pandemia. Lo mismo ocurre con su control territorial, toma de decisiones comunitarias, sistema de salud ancestral, conocimientos de producción de alimentos, fortalecimiento de economía local. No digo que las comunidades no deben seguir las medidas de prevención sanitaria, sino que deben de ser más certeras ante la falta de servicios que responden a situaciones históricas de explotación. Por ello los medios comunitarios son esenciales para realizar producciones en lengua y que el mensaje llegue completo y así asegurar su derecho al acceso a la información pública. Asimismo, por la mediación entre situaciones que se presenten en las comunidades y la respuesta necesaria de los distintos niveles de gobierno.
Los medios comunitarios pueden proponer acciones comunitarias donde se visualice la fortaleza de las comunidades indígenas y rurales para contener cualquier tipo de riesgo, lo que se relaciona con su autonomía y libre determinación. De ahí la importancia de traducir la información que llega en un mensaje vivo que tranquilice y promueva la solidaridad y la respuesta comunitaria. Aún no sabemos cómo será el mundo después del Covid-19, muchas cosas quedarán, otras se transformarán. Lo que sí queda claro es la importancia de que todas las comunidades, rurales y urbanas, indígenas y no indígenas, puedan crear medios de subsistencia propios, donde los medios de comunicación vayan de la mano de una diversidad de instituciones propias como la salud, el trabajo, la vivienda, la alimentación, la seguridad, etcétera. Sólo así, desde la fortaleza que nace con la autonomía, podremos estar más seguras y seguros ante riesgos en futuros cercanos. •