Chilpancingo, Gro., La viabilidad del Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa, ubicadas en el municipio de Pilcaya, al norte de Guerrero, como sitio turístico, se encuentra amenazada por la operación de los grupos delictivos en la región y ahora por la pandemia del Covid-19, manifestaron integrantes de la asociación que administra el sitio turístico.

Integrantes de la Unión de Pobladores de Comunidades Concesionarias del Parque Nacional Grutas de Cacahuamilpa AC, que solicitaron el anonimato, recordaron que desde 2015 han dado cuenta de la extorsión que padecen por parte del crimen organizado.

Uno de los principales motivos del cierre de las grutas se debe al cobro de piso que realizan al menos dos grupos delictivos que operan en la zona norte de la entidad, por eso pedimos a los gobiernos federal y estatal pongan más atención en Pilcaya, expresaron.

Además, con el arribo de la pandemia se vieron obligados a interrumpir el servicio que ofrecen desde 2002, cuando se constituyó la asociación. Actualmente tienen problemas para pagar la nómina de 80 trabajadores debido al cierre de actividades desde marzo pasado. En ese mes suspendieron los servicios de acceso a las famosas grutas, a las dos tirolesas, las albercas, el puente colgante, los paseos a caballo, en lanchas inflables y los recorridos por los ríos subterráneos.

Sin embargo, señalaron que el mayor conflicto ha sido sortear al crimen organizado, el cual exige el pago de derecho de piso; incluso han padecido represalias por esa situación. Este año fue ejecutado el velador Francisco Arenas mientras conducía un taxi.

En abril pasado balearon la casa del presidente de la cooperativa, José Maldonado Solórzano, su hija y un hermano resultaron heridos. Otro de sus hijos fue secuestrado durante tres meses. Para pagar el rescate dejamos de cobrar como trabajadores, se vendió una camioneta estaquitas, un tractor y una retroexcavadora; el compañero abandonó Pilcaya.

En enero, también hubo un atentado en contra de un trabajador de apellidos Gómez Ocampo. En agosto del año pasado secuestraron a Jesús Soberanis López, integrante del consejo de administración, y de quien hasta el momento se desconoce su paradero, expusieron.

En marzo de 2019 plagiaron a José Reyes Amates, pudo volver, pero también se fue de Pilcaya. A Cristian Avilés García, originario de Crucero de las Grutas, y tesorero de la organización los asesinos lo sacaron de su casa para ejecutarlo.

La reactivación del destino turístico, que beneficia a cuatro pueblos como son Cacahuamilpa, Crucero de Grutas, El Transformador y Santa Teresa, ahora depende que la asociación civil continué administrando el lugar. Algunos asociados plantean que el gobierno federal retome el control de este parque nacional, incluso pidieron que se investigue a fondo el desempeño de la cooperativa, administración que concluye en octubre.

Exigieron, además, la intervención de los gobiernos federal y estatal porque ahora nuestros pueblos no tienen ingresos económicos, ya que de la venta de alimentos y artesanías en las grutas y los caminos que conducen a ellas se beneficiaban unos 100 comerciantes y sus familias, así como unos 25 taxistas, ahora no hay nada.