Lunes 6 de julio de 2020, p. 14
Ante la llegada del nuevo director territorial de los Legionarios de Cristo en México y Centroamérica, Alberto Simán, víctimas del ex sacerdote Fernando Martínez –acusado de abuso sexual contra menores– señalaron que la atención de los superiores ha sido deficiente
para responder a sus demandas.
Biani López, víctima del ex cura cuando estudiaba en un instituto de la Legión, en los años 90, manifestó que no hay confianza en que con Simán puedan acceder a la justicia debido a que este grupo religioso no ha dado pasos contundentes para que Martínez sea juzgado por las autoridades civiles ni para que los encubridores, como el sacerdote Eloy Bedia, asuman su responsabilidad.
Insistió en que es necesario que los implicados sean procesados, si no, ¿qué garantía tenemos de ambientes seguros (en sus escuelas y seminarios) cuando quienes están dirigiendo la congregación tienen antecedentes de haber protegido a depredadores sexuales?
Belén Márquez manifestó que la relación con el anterior director territorial, Ricardo Sada, fue mediante correos electrónicos en los que se escudó
de las agresiones de las que fueron víctimas, diciendo que él no tenía nada que ver
.
Disposición de Simán a cooperar
En una entrevista que la Legión publicó en su portal, Simán –quien entró en funciones como director territorial el primero de julio– expresó que dará continuidad a los trabajos de prevención de abusos contra menores, y manifestó su interés de colaborar con las autoridades eclesiales y civiles, así como con expertos sobre los casos de pederastia clerical. El sacerdote salvadoreño se integró a la congregación en septiembre de 1999, en la cual ha asumido diferentes cargos en la administración, secretaría general y como formador de legionarios.
Biani López y Belén Márquez dieron a conocer que el 13 de junio pasado recibieron una carta del director general de los Legionarios de Cristo, John Connor, para informarles que solicitó la designación de un juez de un tribunal eclesiástico independiente de la congregación con el fin de examinar el actuar de los superiores implicados en la gestión del caso de Martínez. También, les comunicó que envió al ex sacerdote a un centro especializado para una evaluación integral.
Márquez expuso que, en una conversación telefónica previa con Connor, ella manifestó que volver a tomarse tiempo para saber cómo actuar no es la solución, pues lo que se espera son hechos
.