Vapuleado económicamente por la pandemia de Covid-19, el sector restaurantero del país comienza su reapertura, tras más de 100 días de haber cerrado, con incertidumbre por no saber si volverá a la normalidad en menos de un año, manifestó Francisco Fernández Alonso, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).

El líder del ramo dijo a este diario que, a diferencia de la epidemia de A/H1N1 en 2009, ahora llegan a la fase de reinicio más afectados, pues no fueron 17 días de no dar servicio, sino un centenar.

Resaltó que aún no se conoce la magnitud de la afectación económica, porque la pandemia no ha terminado. Sin embargo, el cálculo de 100 mil millones de pesos en pérdidas aún se mantiene como la cifra más cercana, aunque el servicio por plataformas digitales para llevar comida puede cambiar la dinámica de la estimación, agregó.

Con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dijo, hasta antes de la pandemia del nuevo coronavirus existían alrededor de 600 mil unidades económicas en todo el territorio.

El 20 por ciento de esa cantidad se encuentran en la Ciudad de México y en el estado de México, áreas que resultaron más afectadas por el cierre debido al confinamiento.

Los establecimientos en los destinos turísticos, añadió, tuvieron un impacto muy fuerte. Recordó que en los casos de Puerto Vallarta y Cancún, los viajeros salieron en estampida.

Los destinos turísticos se van a tardar en regresar, porque tenemos un efecto doble.

Explicó que en la crisis de 2009 la economía se vio mermada, mientras los países emisores de turistas tenían economías sólidas, pero ahora México sigue en contingencia y el resto del mundo también.

Con base en datos del Inegi, agregó, el sector da trabajo a cerca de 2 millones de personas, pero estimó que se perderán alrededor de 300 mil puestos de trabajo, lo cual equivale a 15 por ciento, aunque de igual manera aún es una cifra preliminar, pues la crisis sanitaria no ha concluido.

Fernández Alonso destacó que tras los 100 días los gastos, como renta de locales, luz, agua y nómina, continúan, y el gremio reinicia con un problema de flujo económico muy fuerte, por lo que dos de cada 10 unidades económicas no volverán a abrir.

Comentó que en la Ciudad de México se regresa con un aforo de entre 30 y 40 por ciento, pero aún no sabe si se mantendrá o regresará la contingencia. Trabajar con capacidad reducida, indicó, se traduce en ventas escasas. Para muchos no es rentable tener ese aforo.

El reinicio será lento, apuntó, porque las personas ya se han acostumbrado al estilo de vida en casa. Tardarán dos o tres semanas en salir, estimó.

Además, llegas a una normalidad que no es normalidad, porque te reciben con cubreboca y careta. Te miden la temperatura, te preguntan si has estado contagiado.

La gente está temerosa, porque ha perdido sus empleos o sus ingresos se han visto afectados. Tiene miedo de contagiarse.