El presidente de la Cooperativa Cruz Azul, Guillermo Álvarez Cuevas, su hermano Alfredo y su cuñado Víctor Manuel Garcés Rojo, presentaron pruebas ante la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República para demostrar que las acusaciones que hicieron algunos cooperativistas sobre el presunto desvío de recursos y adquisición de 11 inmuebles en Estados Unidos son falsas, aseguró el vocero, Jorge Hernández.

Afirmó que las propiedades no pertenecen a Álvarez ni a personas relacionadas con él, de acuerdo con una investigación del mercado inmobiliario y registros públicos realizada por la firma Nixon Peabody, del cual tiene copia La Jornada.

Asimismo, dijo que las 28 cuentas bancarias institucionales para el funcionamiento y operación de la empresa están descongeladas y sólo permanecen bloqueadas las de directivos, entre ellas las de Billy.

Jorge Hernández reiteró que las denuncias presentadas por los cooperativistas suspendidos José Antonio Marín, Víctor Manuel Velázquez y Juan Briseño son falsas y distorsionadas, por lo que en su momento actuarán de manera legal contra ellos.

Estas personas señalaron que hay propiedades que se compraron con recurso de la cooperativa en Estados Unidos, no es cierto. Se demostró que no son de Álvarez Cuevas, están a nombres similares, para ello se presentaron estudios. En ninguno de los dos casos los demandantes presentaron pruebas.

De los supuestos gastos por más de mil millones de pesos a través de 29 empresas fachada o fantasmas y que forman parte de las investigaciones, refirió que se invirtió para la modernización y actualización de las plantas productivas de Oaxaca, Hidalgo y Puebla.

Agregó que, en el caso del presunto desvío de 500 millones de pesos del fondo de pensiones de los cooperativistas, tampoco se presentaron pruebas.