El monarca Felipe expresa remordimientos por la violencia infligida al país africano
Miércoles 1º de julio de 2020, p. 25
Bruselas. Las autoridades de la ciudad belga de Gante retiraron ayer un busto del rey Leopoldo II de su pedestal en un parque público, el mismo día en que Bélgica marcó el 60 aniversario del fin de su gobierno colonial en Congo.
El retiro de la estatua se realizó horas después de que el rey Felipe de Bélgica, en una medida sin precedente, expresara en una carta al presidente de la República Democrática del Congo, Felix Tshisekedi sus remordimientos más profundos
por la violencia que el poder colonial de su país infligió en ese país y su pueblo a finales del siglo XIX.
Los primeros años de Leopoldo II (1865-1906), después de reclamar el país africano, fueron infames por los asesinatos, trabajos forzados y otras formas de brutalidad que algunos expertos calculan que dejaron hasta 10 millones de muertos.
Cuando su reclamada propiedad del Congo terminó en 1908, Leopoldo II entregó el país centroafricano al Estado belga, que siguió gobernando la colonia hasta su independencia en 1960. Bélgica ha luchado para aceptar su pasado colonial, centrándose en los llamados aspectos positivos de la colonización, pero, las protestas internacionales contra el racismo que siguieron a la muerte del afroestadunidense George Floyd, el 25 de mayo, a manos de un policía blanco que lo asfixió al someterlo con su rodilla sobre el cuello en Estados Unidos, renovaron la presión de los activistas que luchaban por el retiro de los monumentos a Leopoldo II.
Ayer, tras una ceremonia, el busto del rey fue sacado, entre aplausos, del parque donde se encontraba.