La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) rechazó la importación de 67 mil toneladas de glifosato, sustancia catalogada como probable cancerígeno por la OMS, y buscará que al año 2024 se deje de utilizar en el país. Ante esto, representantes del gobierno de Estados Unidos buscaron asesorar a la dependencia acerca de las evidencias científicas sobre efectos a la salud y el medio ambiente, además de que embajadas de 22 países le cuestionaron la aplicación del principio precautorio, sostuvo Adelina San Vicente, directora del sector primario y recursos naturales renovables.

Dijo que hay reclamo de productores de Sonora, Sinaloa, del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), y hay presiones en el contexto del Tratado de Libre Comercio, la embestida ha sido fuerte, se argumenta como fundamental el químico. Agregó que Cofepris canceló 80 registros en octubre de 2019, que incluyen 220 productos de Bayer, Dupont y otras trasnacionales.

Durante su participación en el foro ¿Por qué México se suma a la prohibición de glifosato?, dijo que al CNA se le presentaron experiencias agroecológicas para producción a gran escala. Precisó que será una prohibición gradual, pero el uso de herbicidas tiene fecha de caducidad, no se usará más. Se impulsará la agroecología, además, apuntó, también Alemania y Francia van hacia la prohibición del glifosato.

Alrededor de 180 organizaciones, entre las que están Consumidores Orgánicos, el Poder del Consumidor, así como científicos, como Antonio Turrent, Enrique Leff y Omar Arellano, en una carta presentada en el foro por Fernando Bejarano, director de la Red de Acción en Plaguicidas y su Atención en México, señalaron que hay investigaciones científicas y denuncias locales que han reportado la presencia de glifosato en la orina de niños y adolescentes en escuelas cercanas a campos agrícolas donde se usa este herbicida, como en Autlán, Jalisco, y en adultos de comunidades mayas colindantes a la siembra de soya transgénica en el municipio de Holpechén, Campeche. También se han encontrado en el agua subterránea.

Por su lado, José Alfredo Samaniego Gaxiola, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), resaltó que el uso indiscriminado e irracional de químicos en la agricultura como el bromuro de metilo, endosulfán y glifosato constituyen un serio problema de salud pública en el mundo y de contaminación al medio ambiente.

Urge que esto cambie, puntualizó al añadir que con alternativas biológicas se disminuye el uso de pesticidas en el suelo, se reducen los problemas de salud y medio ambiente, bajan los costos para el agricultor, se incrementa la eficiencia del control de fitopatógenos y se realiza una agricultura sustentable y orgánica.

(Con información de Carolina Gómez)