¿Será suficiente el T-MEC? // Industria gringa en el suelo
e desconoce la fecha exacta, pero todo apunta a una próxima reunión entre los tres mandatarios involucrados en el T-MEC (López Obrador, Trudeau y el salvaje Trump) y cada uno asistirá a con su propia agenda e interés, aunque sin lugar a duda dos hechos concretos marcarán la cumbre
: el próximo miércoles entrará en vigor el mecanismo comercial y las economías de las tres naciones –al igual que las demás– están en el suelo y sin visos de reactivación a corto plazo.
No queda duda de que el primitivo inquilino de la Casa Blanca aprovechará electoralmente el encuentro; el mandatario mexicano dice que va por lo suyo, porque con el T-MEC vamos a lograr que mejore sustancialmente la economía del país
; y el canadiense… pues quién sabe, porque a últimas fechas se queda pasmado, como ausente, con las ideas congeladas.
Pero más allá de la raja política que cada uno de los mandatarios intente sacar, ¿qué se puede esperar en el ámbito económico?, porque lo cierto es que México debe instrumentar medidas de política económica para atenuar los efectos de la recesión que enfrenta el sistema productivo nacional, porque en esta ocasión Estados Unidos no será el factor de reactivación productiva que evitó una mayor caída del producto interno bruto (PIB) mexicano
, como lo advierte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, de cuyo más reciente análisis se toman los siguiente pasajes.
Confiar en la recuperación de Estados Unidos y en el T-MEC es una apuesta de alto riesgo, y de no ocurrir el saldo social y económico será elevado. ¿Por qué? Porque el ciclo industrial estadunidense se encuentra en el nivel más bajo del último medio siglo. Lo mismo ocurre para el caso particular de las manufacturas.
Durante los últimos 50 años el sector industrial estadunidense ha tardado, en promedio, de tres a cuatro años en recuperarse. Después de la crisis de 2009, la industria de aquel país se llevó más de seis años para lograrlo y no fue sostenible. En el caso de las manufacturas no alcanzó el nivel máximo que tuvo antes de esa recesión. Además, la capacidad potencial de la industria de aquella nación se encuentra a la baja: requerirá un significativo aumento en inversión para recuperarse. Por su parte, China ya lleva dos meses de crecimiento industrial.
La estrategia anunciada por el representante comercial de Estados Unidos apunta a un comercio administrado
para proteger a su industria: ¿Y el T-MEC? El presidente Trump continuará la presión sobre China, por lo que México deberá tener cautela en el acercamiento anunciado con el país asiático. Y cuidado, porque en 2020 el entorno internacional es diferente a recesiones anteriores (1995 y 2009): ahora la industria estadunidense se encuentra en una profunda crisis.
Para México, los ciclos industriales de segmentos importantes en Estados Unidos van a la baja. Falta observar el proceso electoral en aquel país: se conoce la estrategia de Trump, pero ¿cuál será la de Joe Biden? ¿Cuál el resultado de la elección estadunidense? La economía mexicana no puede esperar esa definición. Requiere de una política industrial contracíclica propia, particularmente porque se vive una recesión que está provocando un cambio estructural tanto nacional como global. Es momento de nuevas estrategias de política económica.
Si el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, tiene razón respecto a que en abril la economía mexicana cayó 19 por ciento, entonces será la mayor contracción del sistema productivo nacional desde que se tienen registros mensuales (1993). Será una cifra no observada desde 1932 y presentará la segunda etapa de una recesión que comenzó en 2019, pero se agudizó por el Covid-19.
Las rebanadas del pastel
Que sí lo dijo, pero no lo dijo (“no hay certidumbre para invertir en México… No hay nada peor que cambiar las reglas del juego”), pero donde no hay duda es que el embajador estadunidense, Christopher Landau, es de los que creen que certidumbre jurídica
y estado de derecho
para la inversión privada en nuestro país es igual a robo en despoblado.