El sector puede liderar la recuperación
Viernes 26 de junio de 2020, p. 22
El efecto destructivo de la pandemia de Covid-19 también alcanzó al tradicional modelo agropecuario, señaló Manuel Otero, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), quien advirtió que para encarar la crisis es urgente acelerar el uso de tecnologías digitales en el sector.
Indicó que el uso adecuado de la tecnología en el campo ofrece la oportunidad de una atención personalizada a distancia a un costo menor que el sistema que ha estado vigente durante décadas.
El sector agropecuario puede liderar la recuperación económica después de pandemia, pero debemos poner el foco en estrategias para la diseminación de la tecnología, la expansión de infraestructura de telecomunicaciones y la facilitación del acceso masivo a teléfonos inteligentes
, explicó Otero.
Señaló que el camino es convencer a gobiernos, empresas y otros actores clave, mostrando que invertir para mejorar la conectividad rural genera retornos en escala cada vez mayor, como es posible ver en Etiopía, Kenia e India a partir de ejemplos presentados por Michael Kremer, Nobel de Economía 2019.
El director general de IICAD resaltó que 16 millones de agricultores familiares viven y trabajan en las zonas rurales de América Latina y el Caribe, quienes constituyen la columna vertebral de la agricultura que garantiza la seguridad alimentaria y nutricional de la región.
Pese a ese papel clave, la mayoría de esos agricultores subsiste en un marco de pobreza, de servicios deficitarios, con escaso o nulo acceso a crédito y lejos de la atención de políticas públicas que fomenten la creación de oportunidades de desarrollo social, progreso y trabajo de calidad en las zonas rurales
, lamentó.
Agregó que la pandemia ha acentuado el papel estratégico de la agricultura familiar y creado una mayor conciencia política y social sobre su importancia. Pero también impuso nuevas barreras para el acceso de esos agricultores a servicios de extensión rural, como la divulgación de informaciones técnicas y sanitarias, decisivas para mejorar la producción de sus cultivos y animales.
Esos efectos deben ser aprovechados por un lado y enfrentados por otro. La conciencia debe transformarse en acción, considerando la capacidad que tiene el sector agropecuario por apuntalar la reactivación de economías colapsadas por la pandemia
, señaló.
Estrategia viable
Una revolución tecnológica en el campo, dijo, beneficiará los pequeños productores, a las mujeres y a los jóvenes del medio rural, mejorando sus condiciones de vida.
“La agricultura digital basada en un uso intensivo de dispositivos tecnológicos, inteligencia artificial y aprendizaje en línea, tornan a la información posible de ser programada y customizada conforme a las necesidades de cada uno de los pequeños agricultores”, apuntó.
Otero agregó que está demostrado que el uso masivo de la tecnología tiene una perspectiva práctica: se orienta a resolver problemas en el campo con costos acotados. Es entonces una estrategia viable y efectiva para mejorar la vida en los territorios rurales, una cuestión de supervivencia para nuestras sociedades cada vez más urbanas
.