Con el sismo de magnitud 7.5 del martes hubo un deslizamiento de hasta 3.9 metros en la falla que une las placas tectónicas de Cocos y Norteamérica, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En un reporte especial, señaló que hasta las 10:30 horas de ayer se habían registrado mil 738 réplicas, la mayor de ellas de 5.5.

Oaxaca es uno de los estados con mayor sismicidad en la República Mexicana, pues registra aproximadamente 25 de los movimientos, indicó el Sismológico.

El origen fue por el contacto convergente entre dos importantes placas tectónicas y en el que la de Cocos subduce bajo la de Norteamérica. La interacción entre ambas tiene lugar en la costa del Pacífico, desde Chiapas hasta Jalisco.

Algunos otros temblores importantes en son el del 15 de enero de 1931, de magnitud 7.8, y el del 30 de septiembre de 1999, de 7.4, los cuales se originaron en el interior de la placa de Norteamérica.

El sismo del 7 de septiembre de 2017, de 8.2 y que se originó en el golfo de Tehuantepec frente a las costas de Chiapas, se generó dentro de la placa de Cocos.

De acuerdo con el Sismológico Nacional los temblores son un fenómeno recurrente y cuando se ha acumulado nuevamente suficiente energía en la frontera entre las placas tendrá que liberarse.

Los eventos ocurren periódicamente en las mismas regiones geográficas, a medida que pasa el tiempo en una donde no ha habido un temblor fuerte es mayor la probabilidad de que ahí haya uno. Es de esperarse que en las regiones donde ya se han tenido sismos fuertes, vuelvan a presentarse en el futuro, aunque, indica el Sismológico que no hay técnicas científicas en ninguna parte del mundo que puedan determinar cuándo o dónde se originará uno, tampoco se puede saber qué tan grande será o qué efectos tendrá en la población.