Los sindicatos y empresas deberán realizar los ajustes necesarios para garantizar la libertad gremial antes del inicio del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el primero de julio, ya que de lo contrario podrían ser denunciados por los agregados laborales de los países vecinos del norte que operarán en México como parte del nuevo acuerdo.

Para cumplir los requisitos que establece el T-MEC, el año pasado se avaló en México la reforma laboral, con una serie de modificaciones en materia gremial para garantizar un ambiente democrático y eliminar los llamados sindicatos blancos.

En caso de existir irregularidades, los trabajadores o los agregados laborales estarán en facultad de hacer las denuncias, las cuales podrían dirimirse en los paneles internacionales aunque no se trate de empresas extranjeras asentadas en México, explicó Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).

Para el experto en temas sindicales, si bien el T-MEC no es la panacea para México, ya que en muchos de sus aspectos comerciales y de producción pone en mayor desventaja al país frente a las empresas de Estados Unidos y Canadá, sí representa un avance en su apartado laboral, debido a que fue precisamente el acuerdo comercial el que empujó la necesidad de una reforma.

No obstante, subrayó que los cambios aún se mantienen en el papel y no se han traducido en una verdadera democracia sindical. El asunto es que esa reforma laboral no está avanzando: realmente no hay legitimación de contratos, los trabajadores no están siendo llamados a consultas y votaciones, no se ha cumplido del todo con modificaciones estatutarias y aún no hay elecciones democráticas, indicó.

En medio de las ventajas en el marco laboral, uno de los puntos que no fueron tocados en el tratado fue la vía para que los sueldos de los mexicanos se acerquen a los de los países vecinos del norte; sólo se partió de la premisa de que sindicatos más fuertes tienen mayores elementos para negociar sus revisiones.

Por su parte, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social prepara un mecanismo de autoevaluación en materia de libertad sindical y negociación colectiva para el sector empleador, que les permita conocer si cumplen con los requisitos del T-MEC.