Zacatecas, Zac., Trabajadores del ámbito cultural en Zacatecas, aglutinados en el movimiento No Vivimos del Aplauso (NVDA), protestaron ayer ante el Congreso del estado para exigir a éste y al gobierno local recursos extraordinarios para su gremio, pues la llegada de la crisis sanitaria y la cuarentena derivadas de la pandemia de Covid-19 develó y agudizó otros problemas ya latentes en nuestro sector.

Antes del acto de protesta, Eduardo Campech, Martín Letechipia Alvarado, Myrna Landeros, César Rincón y Jael Alvarado, representantes del NVDA, expusieron en conferencia de prensa los problemas del gremio y cuestionaron el poco presupuesto destinado a programas culturales y académicos desde el Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde (IZC).

Informaron que desde mayo pasado nos hemos organizado para visibilizar las malas prácticas que el IZC ha mantenido durante décadas y la poca eficacia para atender las problemáticas que la cuarentena está ocasionando hasta el día de hoy.

Reunión con el director del IZC

Señalaron que el 2 de junio se reunieron en persona con el director del IZC, Alfonso Vázquez Sosa, a quien solicitamos que se tomara en cuenta a la comunidad artística para realizar un plan de acción a fin de afrontar las consecuencias de la crisis sanitaria en el ámbito cultural y pedimos información sobre el ejercicio del presupuesto estatal y federal del IZC. Sin embargo, parece que nuestros esfuerzos no han sido tomados en serio, pues aún no hay acciones y tampoco se nos ha convocado para ninguna consulta.

El funcionario sólo les respondió que no puede asignar ningún presupuesto extraordinario al sector porque los recursos asignados al IZC para 2020, tanto estatales como federales, no se han recibido ni ejercido. Les advirtió que las actividades proyectadas para este año estarán sujetas a recortes y ajustes en función de las circunstancias originadas por la pandemia.

Los miembros del NVDA señalan que no se percibe en la respuesta institucional un verdadero interés en dar atención con amplitud, suficiencia y propósito de resolver la problemática, y particularmente el director del IZC no reconoce la emergencia humanitaria del gremio cultural.