Factor clave de la contaminación en las redes alimentarias terrestres del continente, explican científicos
Jueves 25 de junio de 2020, p. 2
París. Los microplásticos contaminan incluso los ecosistemas más recónditos como la Antártida, según un estudio publicado el miércoles en la revista Biology Letters. La ingesta de esos materiales en una especie aislada de hexápodo de esa zona del planeta es considerada clave en las redes alimentarias terrestres del continente.
Un grupo de especialistas halló fragmentos de poliestireno en las entrañas de colémbolos, unos minúsculos artrópodos terrestres, en las costas de la isla Rey Jorge, una de las regiones más contaminadas de la Antártida debido a la presencia de estaciones de investigación científica, infraestructuras militares y de turismo.
Estas micropartículas de plástico ya fueron detectadas en organismos vivos en todos los océanos del mundo, hasta en el fondo de la fosa de las Marianas, en el Pacífico, la más profunda de las que se conocen.
Sin embargo, a menudo se olvida la contaminación terrestre
, según los autores del estudio.
Los colémbolos fueron analizados mediante imágenes infrarrojas que permitieron detectar de forma inequívoca
trazas de poliestireno en los intestinos de estos pequeños animales que pueden saltar como las pulgas.
El hecho de que estos ejemplares, muy presentes en los suelos de la Antártida que no están recubiertos de hielo –representan menos de uno por ciento del territorio–, ingieran microplástico, implica que estos materiales creados por el hombre entraron profundamente en la cadena alimenticia
, según los autores.
El plástico entró en una de las cadenas alimenticias terrestres más recónditas del planeta y esto representa un nuevo factor de estrés potencial para los ecosistemas polares que ya hacen frente al cambio climático y al aumento de las actividades humanas
, advirtieron.
Los investigadores destacaron el problema específico que plantea el poliestireno expandido, cuya porosa estructura facilita la instalación de musgos y microalgas, que a su vez atraen a otros organismos.
Los efectos de ingerir microplástico entre los animales, ya sean marinos o terrestres, son objeto de varios estudios en el mundo que tratan de evaluar el impacto de los productos químicos presentes y de patógenos susceptibles de fijarse en los restos flotantes.
(Con información de Europa Press)