Miércoles 24 de junio de 2020, p. a12
Yareli Acevedo, medallista en la prueba por puntos del Mundial Juvenil de Alemania en 2019, no cuenta con rodillos inteligentes, carreras virtuales ni tiene la posibilidad de salir a rodar a la carretera, como otros ciclistas; lo único que conserva es la paciencia y la disciplina para llevar de la mejor manera las restricciones ante la pandemia, que la sorprendió justo cuando iba a dar el salto a la categoría élite.
Lo que mantengo es mi mayor ilusión, la de llegar a los Juegos Olímpicos en París 2024 para hacer un muy buen papel, de eso estoy más que segura
, afirmó la pedalista representante de la UNAM, recién invitada a formar parte del equipo profesional PatoBike BMC.
Comparte con satisfacción que el año pasado, como resultado de la práctica del deporte en el que se inició a los cinco años de edad, alcanzó el bronce mundial en la prueba por puntos en Alemania, su mejor resultado tras incontables títulos nacionales desde las categorías infantiles y otros tantos en pista y ruta en campeonatos panamericanos juveniles.
Este año iba a dar un brinco fuerte, el cambio de la categoría júnior a la élite
, comenta con resignación la pedalista próxima a cumplir 19 años.
Recuerda que antes de iniciar el confinamiento todo iba bien; había estado en todos los podios de la Copa Federación en Guadalajara, Aguascalientes y Chihuahua, tanto en ruta contrarreloj, como las pruebas de pista de medio fondo: Omnium, Puntos, Madison y persecución individual.
Llevaba un buen progreso, pero tuvimos que parar y no nos queda otra más que seguir todas las medidas. Ya quisiéramos que todo se activara; se reprogramaron las competencias, como el Nacional de Aguascalientes (en agosto), pero vamos a ver, porque la curva de contagio va para arriba en lugar de bajar
, comenta la atleta.
Mientras tanto, Yareli, visualizada en París 2024, se ejercita montada en su bicicleta en rodillos regulares y con rutinas dinámicas, al tiempo que cursa en línea el segundo semestre de la licenciatura en administración de la UNAM.
Es un proceso largo, nos tenemos que adaptar, y con la motivación, la determinación y la disciplina, todo se puede lograr
, concluyó la pedalista, quien hasta antes de la pandemia, entrenaba en el Velódromo Olímpico Agustín Melgar y rodaba en la carretera México-Pachuca, escoltada por su padre.