Al menos 500 comerciantes con discapacidad visual que laboran en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro se han quedado sin ingresos durante la contingencia sanitaria, por lo que pidieron apoyo del gobierno local y regresar a los lugares que la misma dirección asignó para que vendan agua y productos envasados.

Desde hace tres meses, por iniciativa propia y con el fin de salvaguardar su salud, dejaron de laborar, pero hay compañeros que su único sustento es esta actividad y ya no pueden seguir sin trabajar, dijo Fernando Barajas Hurtado, representante de la Asociación Mexicana por el Trato Humano, Social, Material y Cultural de los Invidentes y Débiles Visuales, AC.

Indicó que son 118 lugares en los que personal con ceguera expende sus mercancías, 90 por ciento de ellos son padres de familia y ante esta circunstancia también se han visto afectados otros grupos vulnerables como madres solteras o personas sordas.

Mencionó que por eso algunos vuelven a cantar a los vagones, pero autoridades del Metro han mostrado insensibilidad “al dejar que los pasilleros (informales) les pagan lo mismo a los vigilantes que a los jefes de estación para amedrentarnos”.

La señora Norma Téllez Casillas, quien junto con su esposo se dedica a esta actividad, mencionó que ha sido víctima de robo dentro del Metro, ya que le han abierto su exhibidor y al pedir apoyo a los guardias ha sido ignorada y las denuncias que ha presentado sólo se quedan en trámite. Lamentó que no se les permita regresar porque si no nos mata el virus nos va a matar el hambre.

Ante eso hicieron un llamado para que se les permita reincorporar a sus labores y mencionaron que si regresan no expondrán a la población vulnerable y acatarán los protocolos sanitarios.