La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomendó antes, ni ahora, la realización de pruebas de detección de Covid-19 en forma masiva; tampoco, que se practique a personas sin síntomas, afirmó Jean Marc Gabastou, asesor en emergencias de la oficina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México.

Lo que sí se requiere en México, como parte de las acciones para el desconfinamiento, es subsanar el rezago en la confirmación o descarte de los casos sospechosos, que hasta ayer eran alrededor de 60 mil, casi el triple de los activos, advirtió.

En la conferencia sobre utilización de pruebas de diagnóstico, organizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud (Ssa), José Luis Alomía, anticipó que para la etapa del descenso de la pandemia habrá nuevas adaptaciones en la vigilancia del coronavirus.

Las acciones de detección e identificación de personas con sospecha de tener la infección se llevarán al ámbito comunitario. El objetivo es reconocer de manera temprana los casos leves, las personas con factores de riesgo para presentar complicaciones graves y aplicar medidas de mitigación focalizada, a fin de contener los brotes.

Otra innovación para un modelo más sólido de vigilancia epidemiológica del coronavirus será llevar una supervisión ambiental. Para ello, en colaboración con el INSP, está en proceso el análisis de cuatro tipos de pruebas serológicas. Las que resulten viables se utilizarán para identificar el porcentaje de la población del país que ha estado expuesta al virus.

Ineficiente, aplicación masiva de pruebas

El funcionario ratificó la decisión de la Ssa de continuar con las pruebas de biología molecular de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), único método válido para el diagnóstico de la infección y la vigilancia epidemiológica. Aseguró que en el país existe la suficiencia financiera para adquirirlas.

Gabastou señaló que la demanda expresada por diferentes voces y sectores en favor de pruebas, pruebas, pruebas, ha sido un éxito mediático, políticamente polémica y técnicamente ineficiente.

Puntualizó que el director de la OMS planteó que se hicieran los exámenes a todas las personas con sospecha de portar el virus. Sobre las pruebas de detección, dijo, tienen sentido si forman parte de una estrategia integral para detectar los casos sospechosos, realizar el diagnóstico, aislarlos y rastrear a sus contactos.

Ahora que la pandemia empieza la transición hacia la fase de nueva normalidad, se deben impulsar cambios en la vigilancia, como explicó Alomía, y llevarla a los sitios de riesgo, como asilos y albergues de migrantes.

Se deberá impulsar el trabajo de brigadas comunitarias, en un esquema como el que anunció el gobierno de la Ciudad de México. Ahí mismo, Oliva López Arellano, secretaria de Salud en la capital del país, explicó el nuevo programa, el cual tiene su base en el sistema de mensajes SMS y Locatel para identificar a posibles portadores del coronavirus y darles seguimiento, hacer la toma de muestra para la prueba en los domicilios de las personas e incrementar la cantidad de estudios.

Hasta ahora, en la Ciudad de México se han realizado 50 mil pruebas y la meta es duplicar el número; realizar hasta 2 mil 700 diarias como parte del proceso de reapertura de actividades y también en lugares específicos. Uno de estos es la Central de Abasto, donde hasta ahora se han identificado 500 casos de Covid-19, dijo.