Miércoles 17 de junio de 2020, p. 8
Hakone. De rodillas, con la punta de los dedos apoyadas en el parqué, Chacha, una geisha, se inclina ante un público que sigue sus gestos, pero no junto a ella, sino a kilómetros de distancia, a través de una pantalla.
La mujer, de 32 años, iluminada por potentes focos, realiza una danza tradicional moviéndose como una mariposa y desplegando su abanico.
Su público habitual suelen ser hombres maduros con recursos que siguen la ceremonia en una pequeña sala llena de tatamis.
Pero ahora los espectadores de Chacha la ven a través de una pantalla e incluye mujeres y familias con niños. ¿Como pasaron el tiempo en sus casas?
, pregunta.
Japón, relativamente poco afectado por la pandemia de coronavirus, impuso el estado de emergencia que también paralizó la vida cultural y nocturna.
En el ceremonial de la geisha, casi todo va en contra de las medidas de distancia física, desde los cantos y danzas en espacios reducidos hasta las charlas regadas con sake.
Un desastre para Chacha, cuyo salario se quedó en cero. Normalmente estamos muy ocupadas en abril, mayo y junio
, explica. Pero este año no hay veladas
.
Por eso decidió hacerlas on line, en el marco de Meet Geisha, un sistema que estrenó el año pasado una compañía informática local.
La idea era promover los espectáculos de geishas entre los turistas de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y en un ambiente menos intimidante. Pero el coronavirus obligó a aplazar la justa y cerró las fronteras al turismo internacional, lo que llevó a las empresas a asociarse con las geishas de Hakone, una ciudad a unos 80 kilómetros al suroeste de Tokio, para proponer una versión virtual, explica la responsable del proyecto, Tamaki Nishimura.
Están abiertas a los desafíos y no son prisioneras de los estilos tradicionales
, se felicita.
La cultura de la geisha está asociada a Kyoto, la antigua capital de Japón, pero existen otras comunidades en todo el país, como las cerca de 150 geishas en Hakone.
Contrariamente a la idea errónea de algunos occidentales, las geishas no son prostitutas, sino artistas altamente calificadas.
Audiencia joven
Uno de los objetivos de este servicio es llegar a un nuevo público más joven
, con precios más atractivos, dice Nishimura.
Un día tuvimos un grupo de ocho personas en Corea del Sur que pagó el servicio como regalo de cumpleaños para uno de los participantes. Era más de lo que esperábamos
, recuerda.
Michiko Maeda, de 65 años, una de las clientas del espectáculo virtual de Chacha, dice que se decidió gracias a este formato a distancia. Creo que mucha gente tiene el sentimiento que las veladas de geishas no están hechas para las mujeres
.
Ahora estoy convencida que un mayor número de nosotras irá a las casas de geishas de Hakone, ¿verdad?
, dice a las demás espectadoras en la pantalla, que aprueban con la cabeza.
Chacha espera que la gente venga más adelante a Hakone e interactúe con nosotras de verdad
.